Crítica de Cuckoo, dirigida por el alemán Tilman Singer y protagonizada por Hunter Schafer. El filme es una propuesta bizarra sobre una mujer-pájaro que ataca a las jóvenes. La cinta narra lo bello y grotesco que puede ser la naturaleza.
Por Arturo Brum Zarco*
Las películas de terror que tienen como escenario el bosque entienden muy bien la ambivalencia del lugar, ya que puede ser paradisiaco a la vista y al oído, por sus bellos árboles, el sonido del viento y de los animales que ahí habiten; no obstante, también puede ser aterrador pues estás alejado de todo, desconoces de dónde vienen algunos sonidos y es así como ese sitio grande y hermoso puede convertirse en claustrofóbico y en un infierno.
Ejemplo de lo anterior, los podemos apreciar en películas como La bruja de Blair (1999, Eduardo Sánchez y Daniel Myrick), Midsommar (2019, Ari Aster), La bruja (2015, Robert Eggers) y The Evil dead (1981), entre muchas más.
Ahora agreguemos a esa ambigüedad del bosque una cabaña o un hotel, como lo hizo Stanley Kubrick en su cinta El resplandor (1980), donde nos llevó a un hotel en medio de las montañas para narrarnos una de las mejores historias de locura y terror en el cine, y así contarnos, entre otras cosas, los problemas de violencia de una familia.
Esos elementos narrativos, sobre todo el argumento de Kubrick, es la esencia de la película Cuckoo, una producción de Estados Unidos y Alemania, dirigida por el alemán Tilman Singer, quien en este filme, su segundo largometraje, nos lleva a un bosque apartado de la civilización para contarnos una historia surrealista y aterradora sobre una humanoide con rasgos de pájaro que busca que sus crías se reproduzcan en un distinto cuerpo femenino.
Gracias a ese ente bizarro que muestra la película es como Tilman logra ser novedoso, pues aunque utiliza la clásica historia de unas personas que llegan a un lugar en medio del bosque y son atacadas por un monstruo su largometraje es original.
En Cuckoo la bestia destaca por su singularidad y su diseño terrorífico, el cual se acentúa gracias a un efectivo uso del sonido, ya que la extraña mujer/pájaro hace una suerte de silbidos que son estridentes, incómodos, deslumbrantes y brillantes.
El filme narra las vicisitudes que tiene que pasar Gretchen (protagonizada por Hunter Schafer, actriz que creció en popularidad por su participación en la serie Euphoria) cuando su madre muere y tiene que irse a vivir con su padre, su madrastra y su hermana menor a los Alpes alemanes. Pues sus ahora progenitores han sido contratados por Herr Konig (papel que hace de forma brillante Dan Stevens), un excéntrico y misterioso personaje que tiene un hotel en dicho lugar y quiere expandir el sitio con más cabañas.
De esa forma, seremos testigos de cómo Gretchen, una joven de 17 años, no acepta su nuevo hogar, añora en todo momento la compañía de su madre, no soporta a su hermana y su madrastra y busca la forma de escapar. Sin embargo, sus intentos por huir salen mal por la extraña criatura que habita en el lugar y que parece estar obsesionada con ella.
Con una tomas y unos sonidos que buscan irritar al espectador, Tilman edifica un infierno en el bosque donde el monstruo es un personaje que aparece desde los primeros minutos, el director no lo esconde, como otras películas que muestran al monstruo casi al final. El realizador exhibe a la villana de inmediato, para que la sensación de miedo sofoque al espectador desde el inicio.
Sin embargo, el juego de ambivalencias también está en dicha criatura maligna, pues alguien la controla, la utiliza, y ahí destaca el misterio y el subtexto de la película, al abordar la maternidad, la familia y el control de una persona en cuanto a la reproducción femenina.
En ese sentido, la película tiene una belleza aterradora que nace de la propia naturaleza, pues como comentó el director en varias entrevistas, su inspiración fue un documental donde contaban cómo hay varios pájaros cucos que se les conoce como parásitos de cría, ya que colocan sus huevos en nidos ajenos. Así, el filme se presenta como una analogía de la propia naturaleza, la cual es hermosa pero también grotesca.
Si bien el director buscó la novedad en todo momento, esto provocó que algunas secuencias sean exageradas y con huecos argumentales terribles, pero quiero suponer que son a propósito para desconcertar mucho más al espectador.
Cuckoo, que ya se encuentra en cartelera, es en general una buena propuesta de terror, por su monstruo, sus sonidos, su ambigüedad, por el trasfondo que tiene, ya que consigue un surrealismo bizarro que imita a la naturaleza.
*Periodista, crítico de cine y realizador. Director de CinEspacio24.
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