Crip Camp es un documental estadounidense sobre un campamento de verano en los años 70 para adolescentes con alguna discapacidad, que fue el detonante que impulsó a varios a participar en las protestas para que se promulgara una ley que no los discriminara.
Por Arturo Brum Zarco*
En los años 60 y 70, en los Estados Unidos (y también en todo el mundo) apareció una generación con una fuerte participación política para defender los derechos humanos; así, las protestas contra la Guerra de Vietnam y la violencia hacia la comunidad afroamericana provocaron que la mentalidad y las leyes cambiarán a favor de las exigencias de los jóvenes de ese entonces. Una lucha nada fácil, donde hubo arrestos, asesinatos y maltrato policial.
Ese movimiento contracultural buscaba un mundo más pacífico e igualitario; y en ese contexto nació en los años 70 el campamento de verano Jened Camp, el cual bajo dichas ideologías y principios creó un lugar para que las personas con limitaciones físicas o mentales no se sintieran discriminadas.
Ubicado en el estado de Nueva York , el campamento fue una suerte de utopía, un lugar paradisiaco para hombres y mujeres con alguna discapacidad, donde encontraron un mundo diferente al de su hogar, ya que ahí no eran excluidos y temas que en su casa no se abordaban en Jened Camp los practicaban, como la música, el deporte, los debates y el sexo, es decir, en ese sitio descubrieron que su condición no era un impedimento para una mejor calidad de vida.
El documental Crip Camp nos muestra la génesis de ese campamento y cómo logró que la semilla de la protesta y la exigencia por sus derechos se impregnara en las y los participantes. No obstante, la cinta no tiene como conflicto lo que sucedía en Jened (que bien el filme podía sólo enfocarse en esa anécdota y sería un buen producto fílmico), su premisa es presentar a las personas con discapacidad que lucharon en los años 90 para cambiar las leyes de su país, con el objetivo de que se crearan reformas que los protegieran de la discriminación y se realizaran en las ciudades las adecuaciones necesarias para el movimiento de la gente en sillas de ruedas o de los que viven con alguna deficiencia visual.
Esos líderes sociales que lograron que en 1990 el congreso de los Estados Unidos promulgara La Ley sobre Estadounidenses con Discapacidades, algo que no fue fácil de conseguir, comprendieron la importancia de exigir mejores condiciones de vida en Jened Camp.
El filme, dirigido por James Lebretch (quien en su juventud fue parte del campamento) y Nicole Newnham, nos cuenta de forma ingeniosa e inteligente cómo nace la protesta social, a partir de la discriminación y la falta de oportunidades; asimismo, es una obra que aboga para que miremos de frente a los que tienen una condición de vida diferente.
Por medio de archivos de video, que filmaron en 1971 el colectivo People’s Video Theater, que muestran de manera honesta a los y las integrantes del campamento, la cinta no explota de manera dramática y sensacionalista las imágenes de dichas personas; en ese sentido, es una película que no victimiza ni ve con ojos condescendientes o de lástima a los protagonistas.
A partir de los dos hechos históricos que retoma la cinta, el campamento y las protestas en los 90, se configura un producto que pareciera que mezcla dos documentales y que tiene como resultado una agradable y reflexiva narración.
Crip Camp es una producción de Higuer Ground (organización creada por Michelle y Barack Obama), casa productora que ya ganó un Oscar en 2019 por el documental American Factory; este 2021 están de nuevo nominados al Oscar.
El filme, que se puede disfrutar en Netflix, es un emotivo trabajo que nos enseña que las protestas y las exigencias por los derechos son indispensables para una mejor sociedad.
*Periodista y realizador. Director y Editor en CinEspacio24 Noticias. Colaborador en Cio Noticias
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