Tras fallar y perder su honor en la fallida resolución de un caso, Tadek busca su reivindicación, antes de jubilarse del departamento de Policía de Polonia, en la pesquisa de un asesino.
Por Carlos Ramírez García*
Protagonizada por Jim Carrey y dirigida por Alexandros Avranas (Miss violence, 2013), Crímenes oscuros nos sitúa en la visión oscura y decadente del investigador de policía Tadek. La oscuridad del personaje se manifiesta desde su relación familiar, la cual es pésima y está rota. Tanto su esposa como su hija son dos muebles más de su casa. Aunado a ello, su trabajo es su frustración, pues ahora se ha inmiscuido en la persecución de un homicida implicado en una secta relacionada al ocultismo y la prostitución.
La primera pista que marca la ruta del largometraje es el libro de un escritor sospechoso por narrar fielmente la forma en que la víctima fue asesinada.Y así es como Tadek se obsesiona por resolver este crimen que a medida que la película avanza se vuelve más oscuro y que está rodeado de misterio que en su mayoría es confuso.
Es por ello que esta confusión desbarata la naturaleza misteriosa de la cinta y quita el interés que llegó a establecer en el inicio.
Para Tadek la resolución de este caso es la muerte o la gloria. Fallar significaría su fin y una jubilación mediocre así como su dignidad por los suelos. En cambio, su sed de justicia puede conducirlo a atrapar al responsable y ser condecorado antes de partir.
Crímenes oscuros se basa en un artículo del New Yorker titulado ‘True crimes: A post-modern murder mistery’ que, en su momento, desató polémica.
La curiosidad y el interés que genera un asesinato de esta forma son desaprovechados por Avranas; mientras que Jim Carrey se desenvuelve con naturalidad con su personaje decadente.
*Periodista. Colaborador en CinEspacio24 Noticias
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