Cowboy Bebop es una serie de animación japonesa de 1998, que sólo duro 26 episodios. Ambientada en el año 2071, narra la travesía de un grupo de caza recompensas que viajan en la nave Bebop. Actualmente es considerada una serie de culto.
Por Martín L. González* Una de las características de una obra de culto es que en su estreno no alcanzó gran popularidad, pero con el paso de los años logró su auge para consolidarse entre los favoritos del público. Si mencionamos un ejemplo del vasto catálogo de la animación nipona, el indicado sería la serie de 1998, Cowboy Bebop. Narra la travesía de Spike Siegel, un desaliñado caza recompensas, que junto a su astuto compañero Jet Black, viajan a lo largo y ancho del espacio buscando a los más peligrosos criminales del universo para capturarlos, llevarlos ante la justicia y, por supuesto, cobrar las recompensas que cuelgan sobre sus cabezas. Este peculiar dúo cruzará caminos con el siempre fiel y protector Ein, la brillante pero torpe Edd y la despampanante Valentine, quienes huyen de su pasado y terminan enfrascándose con la tripulación Bebop en donde encontrarán un refugio. El creador de la serie, Shinichiro Watanabe, parte de una idea muy simple para crear su universo: lograr que el protagonista luzca lo más genial posible. Por ello, es que traza el camino del personaje principal siguiendo los pasos del icónico cowboy de películas como El Bueno, El Malo y El Feo (Sergio Leone, 1966) –esos aclamados western en los que un montón de vaqueros del viejo oeste se mataban a tiros y defendían su honor-, y con tintes de los clásicos detectives como Sherlock Holmes. Watanabe toma elementos de distintas obras que son referentes para varios realizadores, por tal motivo, nos resulta familiar todo este universo. La ambientación cyberpunk con ese enfoque futurista nos recuerda a Blade Runner (Ridley Scott, 1982), o incluso al clásico del cine japonés animado Akira (Katsuhiro Otomo, 1998); mientras las aventuras de nuestros protagonistas pueden balancearse entre Alien (Ridley Scott, 1979) y Operación Dragón (Robert Clouse y Mani Haghighi, 1973), consiguiendo así una “ensalada” de géneros “aderezada” con una banda sonora compuesta en su mayoría por jazz, un delicioso platillo hecho de referencias . Los protagonistas de la serie trabajan y actúan con relación a aquello que los atormenta. Como si estuvieran atados a unos grilletes que los llevan de vuelta a lo que intentan olvidar, encontrándose así en un círculo interminable que los obliga a enfrentar a lo que más temen. De esa manera es fácil vislumbrar la verdadera esencia de Cowboy Bebop: el pasado. Cowboy Bebop se ha convertido en un referente de la cultura pop gracias a su trama madura y profunda que se puede tornar reflexiva para el público. No podemos evitar nuestros problemas, pues sin importar cuán rápido huyamos, estos tarde o tempranos alcanzarán para vernos a los ojos y así martillará en nuestra mente una pequeña frase: “Vas a cargar con ese peso”. See you space cowboy… *Colaborador en CinEspacio24 Noticias.
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