El Neo Noir es un estilo cinematográfico que tiene como base el cine noir de los años 40 y 50; pero aborda temas más contemporáneos como la ciencia ficción; aquí una lista de películas para que disfrutes este tipo de cintas.
Por Sergio Augusto Hernández Escobar*
A finales de la década de los años cincuenta, el Cine Negro o Noir estaba ya en declive, pero gracias a sus múltiples ramificaciones es que se mantiene vivo hasta nuestros días; un ejemplo contundente es el Cine Neo Noir.
El Neo Noir toma lo más representativo del Noir como es la figura del detective o antihéroe, la Femme Fatale, fotografía densa y en claroscuros, enredados dramas criminales, conflictos morales y existenciales y maldad, mucha maldad; agregándole nuevos elementos que estuvieron ausentes o censurados en el Noir adaptándolos a tiempos más modernos, entre los cuales podemos mencionar:
- Una visión futurista, siendo en diversos casos, distópica.
- El uso de alta tecnología (tanto en la trama como en la producción de la cinta).
- Sexo y violencia mucho más explícitos que en el Noir.
- Historias que narran conflictos morales tan retorcidos y pesimistas que parecen una venganza a la censura que se sufrió en el cine décadas atrás.
- Puede haber una Femme Fatale al igual que un Homme Fatale o inclusive un Androide Fatale.
- Colores refulgentes, pardos, amarillentos, polvosos, grisáceos, azulados, psicodélicos que inundan paisajes externos,
- La música como un personaje de la historia tan influyente que ayuda a la creación de los personajes.
- El medio ambiente como protagonista, representado por lluvia ácida, polución, altas temperaturas, entre otros.
- En el Neo Noir los guiones ahora pueden ser inspirados en cuentos o novelas creadas por escritores y escritoras (ver mujeres guionistas en el Cine Noir no era nada común) de ciencia ficción inmersos en temas como la ciencia (Biología molecular, Biomecánica) y la tecnología (Inteligencia Artificial); tocando temas como crisis de identidad, problemas de memoria y subjetividad, así como problemas tecnológicos y sus ramificaciones sociales.
En el Neo Noir se abre un espectro inmenso de relatar historias que pueden tener un hilo negro medular pero la forma y deforma de cada director es lo que hace modernizar a este género cada década, adaptándose a los nuevos problemas existencialistas de la sociedad reflejándolo desde los años cincuenta hasta nuestros días.
A continuación, un recuento desde la década de los sesenta hasta los 2000 de cinco películas representativas del Neo Noir que nos pueden ayudar a entenderlo mejor:
1.- El Samurai (Jean- Pierre Melville, 1967)
Admirador arduo del cine noir, Melville toma sus arquetipos más simbólicos como las armas, gabardinas y sombreros Fedora y los combina con la filosofía de un samurái francés llamado Jeff Costello (Alain Delon, tan amistoso como un guante de box), que se maneja bajo un estricto código de honor, lealtad y culminación que será contratado por una banda de criminales para que ejecute al dueño de un club nocturno. De algo tan sencillo, la historia se convierte en un: “¡Maten a Costello!” para cobrarle la factura por descuidos personales, traiciones ajenas, amores-coartadas incondicionales, Femme Fatale jazzista y pajaritos chismosos.
Creador del Cine Negro Minimalista (basta ver la habitación del protagonista), el director usa el carácter y no la acción para generar suspenso. Ese carácter se refleja en los hipnóticos ojos azules de Alain Delon, que hacen creernos su creación: un auténtico asesino con astucia y saber.
Sobresaliente es la mezcla de matices que logra el director, desde la combinación de lo viejo y derruido de barrios postguerra o la old fashion vestimenta del protagonista con el modernismo del metro de París (imperdibles las persecuciones que suceden en él, llenas de travellings, planos secuencias y planos y contrapicados), el uso de sofisticados equipos de localización, teléfonos en los vehículos que ya los quisiera James Bond y un Magnetófono 300 que ya lo quisiera el que esto escribe.
El Samurai es la mezcla del Cine Noir con la Nouvelle Vogue. Directores han comentado que Jean-Pierre Mellville logró unir las mejores virtudes del Cine Noir americano con la sensibilidad y modernismo europeo, inaugurando en una opinión personal, el Cine Neo Noir.
Para recordar: nadie, absolutamente nadie, se pone un sombrero como Jeff Costello.
2.- Chinatown (Roman Polanski*, 1982)
Con una de las cintas más emblemáticas del Neo Noir por reunir características clásicas del mismo a pesar de estar ambientada en los 30, Roman Polanski logra convencernos que ahora, las tramas serán doblemente rebuscadas (ahora tenemos a dos Femme Fatale por el precio de una), sangrientas y tan perversas que hacen ver al Cine Negro clásico tan rosado como las mejillas de Mary Poppins.
En la ciudad de los Ángeles, el detective privado Jake Gittes (Jack Nicholson), es contratado por una mujer para investigar las infidelidades de su marido, un ingeniero que a la vez es socio y yerno del dueño de la compañía de agua que surte a la ciudad.
El dueño y magnate interpretado por John Houston (su presencia es un guiño a la joya del Cine Noir clásico, para ejemplo la cinta que protagonizó en 1941 El halcón maltés), nos muestra que el dinero es tan sólo vanidad.
La trama de Chinatown es muy moderna, ya que, tras el caso de asesinato, se esconde una red de corrupción, compra de terrenos y sobre todo, uso ilegal del agua, algo escaso en Los Ángeles. Gittes no es un detective clásico, al contrario, es casi un rock star en el mundo en el que vive. Ahí es donde se encuentra una de las claves del film de Polanski, no quiso hacer un homenaje al Noir clásico, sino recrear su atmósfera y presentar una visión mucho más contemporánea. La frase final engloba la incapacidad-impotencia que junto al protagonista sentimos: “Olvídalo Jake, es Chinatown». Está claro que Jake nunca podrá olvidar lo que pasó allí. Nosotros tampoco.
A destacar: Jack Nicholson aparece en todas las escenas de la película.
3.- Blade Runner (Ridley Scott, 1982)
La policía de Los Ángeles saca del semiretiro a uno de sus mejores detectives para que encuentre a cuatro fugitivos provocadores de un sangriento motín en la Compañía Tyrell. Este clásico argumento de Cine Negro de una película de clase B es reinventado por el director Ridley Scott adaptándolo a principios del siglo XXI, donde los coches vuelan, hay interminables construcciones entre faraónicas y futuristas llenas de neón y polución, los fugitivos son humanos artificiales (creados por la Compañía Tyrell tanto para la construcción como para la destrucción) llamados Replicantes y existe una división especializada de Detectives llamados Blade Runners que se encargan precisamente de encontrar y “retirar” del mundo a los Replicantes rebeldes. Todo envuelto en una atmósfera distópica en un multiuniverso a la altura de Star Wars (George Lucas; 1977).
Blade Runner es el mejor ejemplo de una de las ramificaciones del Cine Negro al Neo Noir, el cual toma lo más representativo del Noir como la figura del detective Rick Deckard (Harrison Ford quitándose a base de golpizas al personaje de Han Solo), La Femme Fatale (Sean Young, más inexpresiva que un androide), fotografía densa y en claroscuros, historias que se van enredando, conflictos existenciales y maldad, mucha maldad.
Asimismo, le agrega nuevos elementos: la visión futurista distópica, el uso de alta tecnología, violencia mucho más gráfica, colores refulgentes que inundan paisajes externos y la música como un personaje de la historia tan influyente que ayuda a la creación de los personajes. En el Neo Noir los guiones ahora pueden ser inspirados en cuentos o novelas creadas por escritores de ciencia ficción inmersos en temas como la ciencia (Biología molecular, Biomecánica) y la tecnología (Inteligencia Artificial). Cabe destacar que la película está basada en la novela corta de ciencia ficción Sueñan los androides con ovejas eléctricas de Philip K. Dick.
El meollo principal en la cinta es el tiempo y como luchar contra él. Los Replicantes tenían fecha de caducidad por lo cual, el líder de los fugitivos, un avanzado modelo llamado Nexus 6 (Rutger Haguer, frío, ario, impecable) busca la forma de vivir más (signo inequívoco de mortalidad); por eso investiga por todas las formas la solución, sabiendo de antemano que todo lo que vio, terminará mezclándose con la lluvia del tiempo.
Una cinta emblemática para toda una generación que ha sido analizada y estudiada con múltiples visiones: ya sea como una actualización posmodernista del cine negro tomando el estandarte en la década de los 80 del Neo Nor, así como una reflexión de como el consumismo nos ha ido envolviendo hasta llegar al punto que las máquinas nos dominen o simplemente la búsqueda redentora de los autómatas de llevar a cabo hasta las últimas consecuencias el lema de Tyrell Corporation: «Más humanos que los humanos».
Alerta de SPOILER: De las diferentes versiones que existen, me quedo con la leyenda urbana donde nos narran que el detective Deckard también era un Replicante, sólo que, especializado en cazar a Replicantes fugitivos, siendo el verdadero Blade Runner el enigmático e incompremsible Agente Gaff.
4.- Seven (David Fincher, 1995)
Con una premisa de cine de terror, un asesino serial que mata con base a los siete pecados capitales, David Fincher crea una atmósfera que le dio todavía más al Neo Noir un estilo único logrando convertirlo también en éxito de taquilla utilizando estrellas como Morgan Freeman y Brad Pitt (como la clásica pareja de detectives maduro e inexperto), Gwyneth Paltrow (como la cándida esposa del novato detective) y el descomunal descubrimiento de Kevin Spacey (antes de que le descubrieran también sus pecados capitales), como uno de los villanos emblemáticos de la historia del cine.
Con un ambiente violento, deprimente, lleno de lluvia interminable, polución, colores amarillentos y grasosos, Fincher agrega al Neo Noir elementos de thriller psicológico y buddy film que reflejan el decaimiento moral de los protagonistas combinado con una cruel melancolía creada mediante un proceso llamado bleach bypass, a través del cual la cantidad de brillo en la película se vincula dependiendo de la oscuridad, imágenes sombrías en la película e incremento global de calidad tonal.
A destacar la personificación del mal, creando un psicópata metódico e intelectual dando pie a numerosas imitaciones en cintas menores. El psicópata no quiere poder ni dinero, no quiere a la esposa del protagonista, ni acabar con el mundo; lo único que desea es fama y reconocimiento a su intelecto, lo demás, que arda. Eso, a cuestión personal es el extra que añade el director al género: el mal hecho mediático, tan meticuloso y calculado que se vuelve fascinante y nos hace culposamente partícipes del morbo del siguiente asesinato.
Como anécdota cabe mencionar que se realizaron diez finales alternativos que se estuvieron barajeando a lo largo de toda la filmación, quedando a petición del director, como conclusión el primer final del primer guion borrador, sólo que menos explícito, dejando únicamente las palabras del asesino como descripción.
5.- Memento (Christopher Nolan, 2000)
Un investigador de seguros médicos (Guy Pierce ,que desde entonces se olvidó de protagónicos) padece amnesia anterógrada: su mente es incapaz de generar recuerdos nuevos y los únicos que recuerda es que su esposa fue violada y asesinada y busca venganza, para lograrlo utiliza un riguroso y estricto método a base de anotaciones y fotografías instantáneas, teniendo como única ayuda a Natalie y Teddy (Carrie –Anne Moss y Joe Pantoliano, saliéndose un rato de la Matrix) para planear su próximo movimiento.
Nolan toma los clásicos argumentos del Noir y les aplica sus propias revueltas: las historias son contadas con base a colores; el pasado se ve claro y el presente se ve negro donde caben crímenes perfectos, cargas del pasado que en este caso pueden durar 15 minutos de vida o muerte, el amor a la fuga y la amnésica noche eterna. Le Femme Fatale se moderniza en astucia y perversión y los amigos son tus enemigos y viceversa, según sea para donde vayas corriendo o despertando.
Con una inusual narrativa, en ese tiempo, el director logra meternos en la cabeza del protagonista; sabemos e ignoramos lo mismo, eso hace que la tensión nos mantenga siempre inmersos en un crucigrama existencial en el que Nolan anota acontecimientos directos y motivos simples en las cintas de Moebius de la paradoja y la indeterminación.
A momentos, historia de amor, de desesperación, de traición y de venganza, en Memento el problema es la falta de consciencia del tiempo, del paso del mismo. El problema ya no es generar nuevos recuerdos si no como cicatrizar un doloroso pasado que simplemente ya no puede hacerlo.
¿Cómo sanar si no puedo sentir el tiempo? Este es el tipo de reflexiones que nos deja esta inolvidable cinta que actualizó al Neo Noir.
A manera de conclusión:
La cosecha del Cine Negro en su versión contemporánea sigue adelante. Y hay quienes llevan el estudio y la comparación decididamente lejos de la tradición más pura del Film Noir para detenerse por un instante en cintas más contemporáneos, con sus historias fatales, sus personajes ambiguos, sus escenarios oscuros y sus símbolos crípticos y mordaces, y contemplar cómo los mismos valores del cine negro más clásico se recuperan, actualizan y enriquecen en el Neo Noir.
“Lo mejor del Cine Neo Noir es que por dos horas los problemas son de otro” , Ramón Gómez de la Serna
*Doctor. Analista Cinematográfico. Colaborador de CinEspacio24.
*Nota del Editor:
Roman Polanski es un director de cine que huyó de Estados Unidos en 1977, para evitar ser enjuiciado y probablemente sentenciado por el delito de violación a una menor que en aquel entonces tenía 13 años.
Escapó mientras tenía libertad bajo fianza y desde ese entonces no ha vuelto a pisar suelo estadounidense, donde tiene pendiente un proceso judicial por «relaciones ilícitas».
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