Por Martín L. González* La directora de cine Claire Denis dijo alguna vez: “No puedo hacer un cine que no tenga rostros de la sociedad en la que vivo. La realidad y los conflictos atraviesan nuestras vidas”. En ese sentido, existen películas que logran que dichas palabras cobren vida. Largometrajes que nos muestran lo cruda y despiadada que llega a ser nuestra realidad, y sin lugar a dudas, el filme Chicuarotes es una de ellas. Cagalera y Moloteco son dos adolescentes que viven en San Gregorio Atlapulco, quienes buscan desesperadamente alejarse de las circunstancias poco favorables en las que viven. Cuando se enteran de la oportunidad de comprar una plaza en el sindicato de electricistas, que podría cambiar sus vidas para siempre, deciden hacer hasta lo imposible por conseguir el dinero necesario que les permita irse. En Chicuarotes los diálogos son fluidos e intentan ser lo más reales posibles, en ningún momento intentan minimizar las situaciones y mucho menos restarle importancia a las decisiones que toman los protagonistas, de hecho la película es bastante circunstancial, pues todas las acciones nos llevan a una diferente situación, desarrollando la película en un efecto de bola nieve en la que los problemas comienzan a hacerse cada vez más grandes. Pero el mayor acierto del filme es el cast. Cada uno de los actores le da vida a su personaje de manera única. Lo adopta, lo entiende y se vuelve uno con él. Lo convierte en alguien memorable y, ya sea con muchas o pocas escenas logran crear un lazo con el público. No es necesario explóralos a profundidad para entender sus motivaciones, basta con mirar a nuestro alrededor para darnos cuenta que estos personajes se encuentran más cerca de nosotros de lo que creemos. Tristemente no todo es miel sobre hojuelas, y el gran problema que acecha a la película es el ritmo tan inconstante que maneja. Esto no ayuda para nada al largometraje. Los cambios son bastante repentinos y bruscos, por momento corta de tajo la intensidad de una escena y se nota que le cuesta trabajo volver a carburar para alcanzar la intensidad que había generado previamente. Da gusto ver una producción mexicana que se encuentra en boca de todos. Quizá porque la película es dirigida por Gael García Bernal; tal vez porque cuentan con la actuación de Benny Emmanuel, una de las promesas actorales más relevantes del cine nacional. Al final, no importa cuál sea la razón, es un hecho que Chicuarotes es el largometraje nacional que pretende romper la taquilla y cautivar al público. Y tú, ¿hasta dónde llegarías por cambiar tu vida?
*Colaborador en CinEspacio24 Noticias.
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