“Animales nocturnos”, dos grandes historias en paralelo

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Animales nocturnos, segunda película del famoso diseñador de modas Tom Ford, es una cinta visualmente hermosa, y narrativamente sincera y perturbadora. Un filme que nos cuenta dos historias en paralelo.

Por Arturo Brum Zarco*

Animales nocturnos, segunda película del famoso diseñador de modas Tom Ford, es una cinta visualmente hermosa, y narrativamente sincera y perturbadora. Una historia que habla sobre la importancia de la palabra escrita y trata temas como la venganza, la hipocresía, la cobardía y la falsedad de la vida.

Un filme que nos cuenta dos historias en paralelo. La primera nos narra la vida de Susan Morrow (Amy Adams) quien dirige una importante y elegante galería, vive entre la clase alta de los que manejan el arte, está casada con un hombre guapo y exitoso en los negocios, Hutton Morrow (Armie Hammer), con quien tiene una hija bellísima. “La vida perfecta”.

Pero antes de eso Susan tenía otro esposo, Edward Sheffield (Jake Gyllenhaal), un escritor desconocido, que a los ojos de su exesposa era un hombre sin ambición y cobarde ante la vida. Sin embargo, esa percepción cambia cuando Edward le manda a Susan su primera novela para que le dé su opinión. El texto se llama Animales nocturnos y en el momento que ella inicia su lectura comienza la segunda historia.

La cual trata de una familia de clase media, los Hastings: el padre Tom (Gyllenhaal), la madre Laura (Isla Fisher) y la hija India (Ellie Bambe), quienes al viajar por la noche en una solitaria carretera son agredidos por un grupo de delincuentes bajo el mando de Ray Marcus (Aaron Taylor-Johnson), los cuales secuestran a la esposa e hija de Tom. Así, la película, ya con una diferente estética, se convierte en una cinta de cine negro, con un detective investigando el caso, Bobby Andes (Michael Shannon).

Dos narraciones que parecieran que no tienen nada en común, ni visualmente ni narrativamente. Mientras Susan va leyendo y la película nos muestra las dos historias en paralelo (gracias a un montaje bien armado) vemos que sí lo tienen, ya que Susan comienza a experimentar remordimientos acerca de su pasado, en específico la forma en cómo dejo a Tom, y lo vacía y falsa que es su vida: al parecer su esposo perfecto tiene un amante y su hija no convive mucho con ella y el arte que muestra en su galería es una metáfora de la hipocresía en la que ella misma vive.

Todo esto lo empieza a sentir Susan al leer la novela de su ex; aquí la película refleja lo importante de la palabra escrita, de cómo nos puede impactar una novela. Nuestra realidad quizá esté en una obra literaria.

Asimismo, en este punto la cinta nos habla de la venganza, Edward sabe que su obra tocará sentimientos importantes en su exesposa, y por eso no sólo le manda su novela, se la dedica; que mejor venganza amorosa que usando las palabras. Al respecto, la novela habla también de la venganza y de la valentía, ya que su protagonista Tom tendrá que decidir, acompañado del policía Bobby, cómo castigar a los culpables del secuestro de su familia.

En ese sentido, la segunda historia es perturbadora, inquietante, sádica y violenta, con un padre desesperado sobre el bienestar de su familia, y un oficial que siente que Tom pudo hacer algo más pero su cobardía se lo impidió.

Tom Ford nos cuenta dos historias, cada una con su propia estética, pero compartiendo los mismos temas. La cinta está basada en la novela Tony and Susan escrita por Austin Wright. Con una actuación de Amy Adams sobresaliente. Uno de los mejores filmes del año. Se estrena este jueves 29 de diciembre en México. Donde la belleza de la imagen se combina con una historia de venganza.