Akelarre, dirigida por Pablo Agüero, es una cinta que nos lleva a los tiempos de la inquisición española y nos muestra cómo culpaban absurdamente de brujería a las mujeres; el filme destaca por abordarlo desde la visión de unas jóvenes que son acusadas de bailar e invocar al diablo.
Por Arturo Brum Zarco* La historia de la inquisición es sangrienta, inhumana y absurda; es la prueba de las atrocidades que se han cometido con el pretexto de defender las sagradas escrituras de la religión católica. En los tiempos donde gobernaba la monarquía y en nombre de Jesucristo, las autoridades eclesiásticas quemaban vivos a las personas que ellos consideran herejes, sobre todo a muchas mujeres, quienes por mostrar un poco de independencia eran descritas como brujas. Ese terrible periodo de la historia, casi siempre se nos ha presentado desde la visión de los inquisidores, hombres con más odio que amor al prójimo, que en su búsqueda enferma de encontrar al “diablo” en la gente juzgaba y sentenciaba sin ninguna prueba clara, sólo con su hermética interpretación. Así, cualquier mujer que no se comportara según la leyes “morales” de esos inquisidores eran violentadas y asesinadas, y en los registros quedaba que su ejecución se debía a prácticas de brujería. La cinta española Akelarre, del director argentino Pablo Agüero, nos lleva a ese tiempo de persecuciones irracionales hacia las mujeres. Es una película de terror, que se sale de los convencionalismos del género, que tiene su mayor fortaleza en mostrar su argumento desde la visión de las víctimas, es decir, a través de la mirada de unas jóvenes que fueron acusadas de actos satánicos, solamente por pasar juntas un día en el bosque cantando y bailando. Bien lo dice una de las protagonistas de la cinta “no hay nada tan peligroso que una mujer que baila”, ya que ese baile representa independencia. El largometraje, ambientado en el País Vaso en 1609, en una zona donde la mayoría de los hombres se han ido al mar a trabajar, sigue los pasos de Ana (interpretada por Amaia Aberasturi), quien organiza una fiesta en el bosque con sus amigas del pueblo. Ese simple acto de diversión se convierte en su condena, ya que al lugar llega el juez Rostegui (Alex Brendemul), un tipo que tiene órdenes por parte del Rey de perseguir a las brujas. Rostegui vive obsesionado con una misa satánica llamada el Sabat de la Brujas, según sus investigaciones es un aquelarre en la que el Diablo bendice a sus servidoras y tiene relaciones sexuales con ellas, y está seguro que en la reunión de Ana y sus amigas sucedió eso. Las chicas, (que hablan en lengua vasca,que para el inquisidor es un dialecto de incivilizados, no como el español que es un idioma católico), al ver que su muerte es segura intentan ganar tiempo inventando detalles de ese supuesto aquelarre, burlándose del Juez quien se cree todo. El filme se enfoca en lo que piensan las jóvenes y cómo se unen para desquiciar al juez con sus invenciones; no obstante, también nos muestra en la figura de Rostegui a un hombre obstinado en maltratarlas, en verlas desnudas, en criticar hasta el más mínimo detalle de su comportamiento y presentarlo como pruebas de que son brujas. Con un escueto pero buen diseño de producción, la película logra crear en los escenarios interiores un ambiente claustrofóbico, con unos planos que muestran el sufrimiento de las chicas y el perverso fanatismo del juez-inquisidor. El ritmo ágil de la cinta, sus buenas secuencias de misterio y ensoñación, sus metáforas visuales y los irónicos diálogos de las mujeres sentenciadas, la hacen un producto entretenido y reflexivo. Akelarre se estrenó en el Festival de San Sebastián y ganó seis premios Goya: Mejor Música, Vestuario, Maquillaje, Dirección de Arte y Efectos Especiales. Ya la puedes disfrutar en el catálogo de Netflix. Sin utilizar jump scares o buscar el susto fácil, la cinta usa el género de terror como base de su manufactura, para así retratar un tema complejo que desafortunadamente se puede traducir a la actualidad: el hombre que ve peligroso que una mujer baile sola.
*Periodista y realizador. Director y Editor en CinEspacio24 Noticias. Colaborador en Cio Noticias
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