«Back to black», una biopic sin morbo

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Crítica de Back to Black, dirigida por Sam Taylor-Johnson. Una cinta que narra la vida personal y profesional de Amy Winehouse, desde sus inicios como cantante de jazz, su reconocimiento internacional y su trágica muerte.

Por Arturo Brum Zarco*

@arturobrum

Amy Winehouse fue una reconocida y talentosa cantautora de jazz, rhythm and blues y soul que murió muy joven, cuando apenas tenía 27 años de edad. La causa de su fallecimiento fue una intoxicación alcohólica, que sufrió el 23 de julio de 2011.

Ella fue una artista multipremiada (ganó varios Grammys) y sus canciones se convirtieron en iconos populares, pero, desafortunadamente, su legado ha estado empañado por los problemas de drogas y alcohol que tuvo, los cuales fueron explotados por la prensa sensacionalista que esperaba el momento para grabarla y fotografiarla cuando se encontraba en mal estado; productos morbosos que como público consumíamos con vehemencia. Parece que nos gusta ver al artista caer y romperse por completo.

Ese aspecto de la vida de Amy fue explorado por el director británico Asif Kapadia en su documental Amy del 2015, una obra que tiene su soporte en presentar imágenes de archivo y voces en off de las personas más cercanas de Amy, quienes presenciaron su ascenso y descenso. De esa forma, muestra cómo esas partes oscuras de la artista se debieron a varios razones, su depresión, su bulimia, sus relaciones tóxicas amorosas, entre otras cosas. Es decir, presenta la complejidad de su vida para que intentemos comprenderla y por qué no disfrutar más su música.

Esa compleja vida que edifica dicho documental, es la parte ausente en la biopic de ficción Back to black, de la directora Sam Taylor-Johnson , quien no es nueva en la dramatización de un personaje real, pues en 2009 presentó Mi nombre es John Lennon, una película sobre la adolescencia de uno de los integrantes de The Beatles. Ambas cintas con guion de Matt Greenhalgh.

El nuevo filme de Sam Taylor-Johnson, nos narra la vida personal y profesional de Amy Winehouse (Marisa Abela), desde sus comienzos como cantante de jazz hasta convertirse en una artista reconocida internacionalmente. Asimismo, se enfoca en su problemática relación con su novio Blake Fielder (Jack O´Connell), y en sus problemas de alcohol y drogas que provocaron su desenlace trágico.

En Back to black, título que hace referencia a una de las canciones más populares de Amy y que también sirve de forma metafórica a cómo fue su vida, la directora y el guionista se enfocan en la relación tóxica y codependiente que tuvo la cantante con su novio Blake Fielder, culpando a este y su relación de todos los males que le ocurrió a Amy, dejando en un segundo lugar sus problemas de depresión y bulimia, los cuales son explicados en la cinta en vez de ser narrados con la imagen.

Es por eso que el filme se siente por momentos plano sin subtextos y con saltos temporales que llegan a ser confusos por la falta de complejidad de la narración.

No obstante, destaca que tanto la dirección como el guion hacen una representación del personaje muy cuidadosa, ya que bien se pudieron ir por secuencias morbosas o de explotación pero su enfoque fue amable y agradable. Resalta la actuación de Marisa Abela, quien realiza una representación con muchos matices; hay que poner atención a los próximos trabajos de esta actriz.

Back to black, que se estrena este 11 de abril, es una biopic que seguro invitará a todos aquellos que no conozcan a Amy a escuchar su música.