Crítica de Renfield, dirigida por Chris McKay, una historia que nos narra cómo el eterno sivierte de Drácula está listo para dejar la relación tóxica que tiene con su jefe.
Saludos Amo, es decir, querido lector. En esta ocasión te vengo a platicar sobre Renfield , una película de Comedia de Horror dirigida por Chris McKay, quien cuenta con pocos filmes como The Lego Batman Movie (2017) y The Tomorrow War (2021). Sin embargo, algo que es garantía en este filme es su guión, escrito por Ryan Ridley (nada más y nada menos que el guionista de Rick and Morty), quien se basó en una idea original de Robert Kirtman, creador de la exitosa The Walking Dead.
Este largometraje tiene un elenco fenomenal, en el papel protagónico de R.M. Renfield tenemos a Nicholas Hoult, la cantante y actriz Aekwafina como Rebecca Quincy, y por supuesto Drácula, el antagonista interpretado por el aclamado y multifacético Nicolas Cage.
La historia gira en torno a Renfield, el sumiso y abnegado sirviente del conde Drácula que durante toda su vida se ha dedicado a cumplir los deseos sangrientos de su amo. Ambientada en una Nueva Orleans contemporánea, Renfield encuentra cada vez más problemático cumplir los caprichos del monstruo, sobretodo en conseguir víctimas potenciales. Por esta razón termina yendo a un grupo de Codependientes Anónimos.
Renfield es una maravilla de comedia de horror. La clave de este largometraje es una mezcla entre su humor sencillo pero inteligente junto con el uso constante y extremo de escenas de gore digital. Este filme funciona muy bien en los tiempos actuales al utilizar elemento conceptuales que me atrevería a decir que están de moda en estos días, en donde el auto cuidado y la paz mental son temas comunes de escuchar (básicamente en todas las plataformas podemos encontrar contenido relacionado a las relaciones tóxicas, la codependencia, el narcisismo y los grupos de apoyo), y esto es lo que la hace un producto tan cercano a nosotros.
Como filme de género de horror tal vez no sea del todo transgresor, pero sí es de agradecer que las escenas de acción son violentas y viscerales. A diferencia de una película de gore normal, el uso de exagerados efectos digitales hacen que la estética de este filme te cause una brutal risa ante las situaciones que se presentan. Esto sumado a los diálogos sobre el empoderamiento propio ante una relación tóxica, hacen de este filme una experiencia hilarante y bien lograda, sin el uso de chistes absurdos o situaciones clichés.
Otro punto destacado de Renfield es el homenaje que hace al primer Drácula de Hollywood, aquel interpretado por Béla Lugosi bajo la dirección de Tod Browning en 1931. Como amante del cine de terror este simple detalle me encantó.
Asimismo, las actuaciones del elenco son fabulosas. Nicolas Cage como Drácula es lo más acertado del mundo, su presencia en la pantalla es hipnótica y fomenta el ritmo de la película en los momentos que parece reducirse y un aplauso para su caracterización, la forma en que está representado físicamente es un gran acierto, por un lado tenemos el clásico encanto del Conde pero con elementos creepy como el detalle de los dientes afilados en su totalidad, así, vemos un personaje entre la elegancia y bestialidad.
Por cierto ya que mencioné al clásico de Drácula de 1931, mientras veía el maquillaje de Nicolas Cage no pude evitar recordar el rostro de Lon Chaney en su papel de Edward Burke en la película London After Midnight (1927), ese famoso filme de la Metro-Goldwyn-Mayer que se perdió en la historia. Les dejo una imagen comparativa para ver qué opinan, ¿Inspiración o coincidencia?
Renfield, que se estrena en salas de cine este 27 de abril, es una película muy divertida que mezcla de forma agradable tanto la comedia brutal y el gore, sin caer en la farsa sinsentido de las comedias vulgares y fáciles al estilo de Scary Movie . Tiene buenos efectos especiales, un estilo visual atractivo y una historia sumamente entretenida.
La recomiendo totalmente, pues todos en algún momento de nuestra vida hemos sido Renfield y estoy seguro de que esta película te emocionará. Un pequeño consejo, si nunca has tenido la oportunidad de ver el clásico de Tod Browning deberías hacerlo, seguramente enriquecerá tu experiencia.
El Pumpkímetro para el Asistente del vampiro
Es momento de repartir calabazas. Si bien es sabido que por lo general a una película la califican con estrellas, yo prefiero utilizar calabazas por que son más divertidas, dinámicas y útiles para toda ocasión.
Tomando como parámetros que cinco calabazas equivaldría a algo como «Ver este filme realmente hace que me den ganas de ser una especie de asistente personal de alguien, sin importar lo que esto conlleve» y que por el contrario, cero calabazas seria algo como «Una película aburrida y tediosa, que solo podría compararse con ser un vigilante profesional de secado de pintura». Con base en mis impresiones anteriores, yo le otorgo a mi querido Renfield un total de 🎃🎃🎃🎃🎃 para que las ocupe de maneras creativas en su grupo de Codependientes Anónimos, supongo que le pueden funcionar para una bonita y recreativa actividad.
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