Crítica de Halloween:la noche final, conclusión de la trilogía de Halloween dirigida por David Gordon Green; quien nos presenta la última batalla entre Laurie Strode y Michael Myers.
Por Daniel Flores*
Halloween: la noche final, la esperada conclusión de la trilogía de “Halloween”, bendecida por su creador original, John Carpenter, llega a su punto máximo con esta entrega, dirigida por David Gordon Green, con guión de Danny McBride. Esta triada de cintas que se conectan sólo con el primer filme, el de 1978, logró reavivar la llama por la saga, misma que el realizador, Rob Zombie, estuvo a punto de aniquilar en la primera década del presente siglo. Para gozo de los fans del múltiple asesino de la máscara blanca, Michael Myers, Gordon y McBride consiguieron revitalizar esta franquicia, que, aparentemente, toca su fin.
A pesar de que se esperaba una mejor crítica de la pasada entrega, Halloween Kills, la segunda parte de la trilogía se descarriló un poco, convirtiéndose en un regular segundo acto, aunque plagado de exquisitas muertes perpetradas por Michael, sin que su eterna rival, Laurie Strode (Jamie Lee Curtis) pudiera hacer algo para impedirlo ya que casi toda la cinta anterior se la pasó en el hospital del pueblo de Haddonfield.
En esta tercera parte, han pasado cuatro años desde la última aparición de Michael Myers, quien luego de sobrevivir por un pelo de la ira de los pueblerinos parece haber desaparecido del mapa. Así, Laurie decide continuar su vida a lado de su nieta, Allyson (Andi Matichak), quienes no parecen muy afectadas por el deceso de Karen (Judie Greer), hija y madre de éstas, respectivamente. Sin embargo, la santa paz que parece haber llegado a Haddonfield se quebrará cuando un accidente casero que involucra a un nuevo personaje, Corey (Rohan Campbell), detona la oscuridad en el ya de por sí golpeado pueblo.
Iniciará entonces el periplo de Corey, un joven marginado y solitario, señalado por sus vecinos como asesino. Sin embargo, su pena se atenúa cuando conoce a Allyson y comienza una relación amorosa con ella, pero conforme la trama avanza, se cruzarán inevitablemente con la máquina de matar Michael Myers, con resultados sorprendentes para ambos.
El problema del filme es precisamente la inclusión de Corey, ya que de buenas a primeras se convierte en el trágico protagonista de la película, por lo que se le crea una larga introducción y un background, lo cual no es necesariamente interesante, haciendo que la desesperación de los fans de Michael pulule por la sala de cine. Este agregado hace deslucir a las protagonistas recurrentes como Laurie y Allyson, en aras de brindar un marco para la presentación de este joven.
Aun así se agradece que el filme, sin dar giros de tuerca, trate de confundir al público, haciéndolo creer un planteamiento que crece y crece, y de pronto, lo devuelve a la constante, el enfrentamiento entre Laurie y Michael. Para una gran cantidad del público habrá cierta desilusión, debido a que se genera una tensión sobre el origen de la maldad de Myers y la posibilidad de que esa mezcla de ingredientes pudiera generar otro asesino del mismo estilo.
Halloween: la noche final se estrena este 13 de octubre.
*Periodista. Colaborador en CinEspacio24, Director de Cio Noticias, Crítico de Cine, Columnista en el Heraldo de México Toluca
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