Crítica (sin spoilers) de la película Spider-Man: No Way Home, la tercera entrega del Universo Cinematográfico de Marvel sobre uno de los superhéroes más populares de la historia, Spiderman; una película que sin duda será un éxito.
Por Jesús M. Pedraza Madrid*
¡Por fin! Después de varios meses de expectativas y de una lucha constante para evitar ser bombardeado con información no deseada, llega a cines el esperado estreno de Spider-Man: No Way Home, dirigida por Jon Watts (Clown, Cop Car y la trilogía de Spider-Man del Universo Cinematográfico de Marvel) y protagonizada por Tom Holland (Peter Parker), Zendaya (M.J. Watson), Jacob Batalon (Ned Leeds) y Benedict Cumberbatch (Dr. Stephen Strange).
Antes que nada tú tranquilo, este es un texto libre de spoilers (lo cual me costó un esfuerzo sobrehumano).
La película es una secuela directa a los sucesos ocurridos en Spider-Man: Far From Home, la cual culmina con la revelación de la identidad de Spider Man, quien además es incriminado por el asesinato de Mysterio. Con su vida y la de sus amigos prácticamente arruinadas por esta situación, Peter Parker acude al Dr. Stephen Strange con la esperanza de que éste lo ayude a revertir la situación a través de sus poderes mágicos. Como ya sabemos la vida no es perfecta para el joven héroe y el hechizo sale mal, ocasionando que los diversos multiversos colapsen dentro del suyo y trayendo consigo a los temibles villanos que han sido derrotados por Spiderman en otros mundos paralelos.
Desde el punto de vista técnico, visualmente es un filme espectacular con todo el sello y garantía de los Estudios Marvel. Si bien creo que no aporta algo nuevo al género respecto a estilo, la verdad es que los efectos especiales se lucen y cumplen a la perfección, así como la edición, banda sonora, cinematografía y mezcla de sonido.
Asimismo, es un filme que estoy totalmente seguro dejará complacidos a todos los fans de la saga. ¡Un éxito instantáneo!
Dentro de los puntos más destacados es que vemos al personaje de Tom Holland con un conflicto más profundo, ya que antes los presentaban con un comportamiento digamos inmaduro o infantil; y a pesar de que esta versión mantiene un poco de ese carácter, se observa a un Peter Parker con un desarrollo más complejo, consciente y verosímil, sin perder su estilo característico. ¡Muy bien allí Tom! Verte actuar en este filme deja en claro que puedes siempre mejorar la psicología de tu personaje.
Otro gran punto a favor es la forma en que las productoras lograron involucrar dentro del MCU a las otras franquicias de Spider-Man, un gran acierto que puede poner punto final a la eterna rivalidad entre sagas. Si bien este filme se sostiene de la nostalgia de todos los que crecimos con las múltiples versiones, no es tampoco un elemento del que se abuse, sin mencionar que se ve que se esforzaron mucho en mantener el carácter original de los personajes pero adaptándolos a las nuevas circunstancias.
Por otra parte, el largometraje es una experiencia totalmente entretenida, llena de acción y sorpresas cada vez más emocionantes en la trama. Aunque sigue pecando un poco del sentido del humor característico de esta franquicia, al final de cuentas lo importante es que estamos viendo un producto que hizo bien sus apuestas y las ganó de una forma satisfactoria. No puedo esperar a ver qué sigue más adelante en la saga, pero lo que sí es que ahora tendrán pensar en cómo superarse.
Pero no todo es perfecto, hay problemas con ciertas resoluciones y conflictos morales del argumento relacionados sobretodo a los villanos. Es decir, esperaba un regreso mortífero de los antagonistas, un verdadero caos; sin embargo, la línea por la que se va el conflicto tiene un trasfondo un poco más relacionado con la ética y la moral que no da pie del todo a esta sed de destrucción. ¡Vamos! No creo que sea algo malo, al contrario abre muchas nuevas y emocionantes oportunidades, pero no dejo de tener ese gusanito que me dice “siento que no aprovecharon las intervenciones al máximo”.
En ese sentido, a los villanos de otras sagas les hicieron adoptar el humor característico de esta franquicia. Por ejemplo, Otto Octavius a.k.a. Doctor Octopus (interpretado por un Alfred Molina perfectamente rejuvenecido en su icónico papel) es uno de los villanos que la trilogía de Sam Raimi era temible, ambicioso y cruel, segado por el control mental de sus brazos biónicos, no obstante, en esta aparición vemos a un Otto más sereno, pacífico y controlado que choca muchísimo con su personalidad anterior.
Esto se repite en otros antagonistas (siendo tristemente demasiado extremo en uno de ellos), y el hecho de que adopten el humor mas o menos simple de la franquicia así como la forma de interacción entre antagónicos, y uno que otro chiste simple les quita demasiado carácter a estos personajes. Me hubiera gustado más verlos con la fuerte e imponente personalidad de sus universos originales dentro de este contexto del mundo de Marvel.
Un poco de futurología, comentarios y apuestas personales
1.- Spider-Man: No Way Home abre muchas puertas y opciones al MCU y eso es asombroso. Siento que este filme puede ser el parteaguas que dé inicio a muchos reboots de franquicias y personajes icónicos. Pensar en esto me emociona demasiado. No estoy seguro de qué tan viable sea pero no puedes negar que sería épico ver nuevas continuaciones de sagas anteriores.
2.- ¿Será que en la escena post-créditos podemos ver un adelanto de quién será el nuevo antagonista en una futura entrega? Creo que es lo más probable, guiño-guiño.
3.- Y ya que estamos en esto un poco de polémica creo que nos vendría bien. Para mí la mejor trilogía en cuanto a historia y personajes es sin duda la de Sam Raimi -aunque bien puede estar hablando mi nostalgia en este momento—. Por otro lado mi Spider-Man favorito es Andrew Garfield porque a diferencia de la romántica versión de Toby McGuire y la irreverente personalidad del de Tom Holland, es un poco más consciente del factor trágico y el conflicto ético dentro de su personaje.
El Pumpkímetro para Spider-Man: No Way Home
Es hora de repartir las calabazas de mi huerto. Tomando en cuenta que cero calabazas es más o menos comparable con «la decepcionante frustración de no conseguir boletos para un concierto al que mueres por ir» —en mi caso con Dua Lipa— y que cinco calabazas equivaldría a «Tengo una entrada en primera fila con “meet and greet” incluidos» (se vale soñar). Con base en mis impresiones anteriores le otorgo a mi super héroe favorito (y sus múltiples versiones) nada más y nada menos que 🎃🎃🎃🎃🎃, que si somos justos deberían ser para cada uno de todos los universos involucrados. ¡Wooooooooow! No imagino la cantidad de aventuras que pueden tener con quince calabazas estos Spider-mens ¡Nos vemos hasta la próxima!
*Analista. Crítico de cine. Colaborador de CinEspacio24.
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