Relic es una película de terror y un drama familiar, que nos narra la vida de Edna, una mujer de la tercera edad que está perdiendo la memoria; su hija Kay y su nieta Sam preocupadas por tal situación descubren que también están sucediendo cosas extrañas en la casa de la abuela.
Por Arturo Brum Zarco* Relic no sólo es un película de terror, su premisa va más allá de impactar al espectador con sus momentos de tensión, es una alegoría sobre la demencia senil y los vínculos familiares, desde la visión de tres mujeres de distintas generaciones; abuela, madre e hija. El filme, dirigido por Natalie Erika James, utiliza los elementos narrativos usuales de las casas embrujadas (sonidos extraños, sombras misteriosas y la presencia de alguien desconocido) para mostrarnos una perturbadora historia familiar en la que la pérdida de memoria ocasionada por la senectud se convierte en un acto desgarrador, obviamente para la que sufre el padecimiento, pero también para sus seres más cercanos, quienes tiene que aceptar que la persona que aman ya no los puede recordar. Perder la memoria y olvidar quién eres son eventos por sí solos espantosos, y hacia esa reflexión nos lleva la directora, quien aborda el tema desde el género de terror para usarlo metafóricamente y así mostrar a un ente maligno que poco a poco está pudriendo el cerebro de la protagonista. Relic nos cuenta la historia de Edna (Robyn Nevin), una mujer de la tercera edad que vive en una casa en medio del bosque, quien misteriosamente desaparece. Ante tal acontecimiento su hija Kay (Emily Mortimer) y su nieta Sam (Bella Heathcote), que viven en la ciudad, viajan para buscarla. Al llegar a dicho hogar, se encuentran con un sitio sombrío y lúgubre, una vivienda que parece inhabitada. Al reportar la desaparición con la policía, Edna aparece unos días después como si sólo hubiera salido a dar una vuelta. Por tal motivo, su hija se preocupa y busca cómo ayudar a su madre; por su parte, la nieta ve lo que sucedió como algo normal. No obstante, Edna cada día muestra comportamientos fuera de lo común como hablar sola, caminar por la noches, desconocer a su familia y otros detalles que son estragos de su enfermedad; síntomas que aparecen al mismo tiempo que suceden fenómenos extraños en la casa, donde una presencia diabólica va adueñándose poco a poco del lugar. De esa forma, la casa se convierte en una extensión más de Edna, la cual va consumiendo su cerebro y su cuerpo. Todo esto, lo sufren tanto la madre como la hija, quienes viven preocupadas por la salud de la abuela y por las espeluznantes cosas que están pasando; esto da lugar a un filme provocador, que busca la creación de ambientes desoladores ante los cuales no hay una aparente salida. Al respecto, gracias a un impecable diseño de producción, crean la sensación de que la casa es un tipo de laberinto donde todo está en desorden, como la memoria de la abuela; así, Kay y Sam están en un sitio que tendrán que entender o escapar de ahí. En ese sentido, el mensaje bien puede ser la aceptación de las enfermedades de nuestros seres queridos y la comprensión de la herencia genética que nos pueden heredar. La casa se convierte en una metáfora sobre la senectud y la demencia senil, temas incómodos de abordar pero que la cinta nos exige que los miremos de frente. Con un ritmo agradable, buenas interpretaciones y una disruptiva fotografía, Relic es una gran película de terror y un honesto drama familiar de una persona que ha olvidado el rostro de la gente que ama. *Periodista y realizador. Director y Editor en CinEspacio24 Noticias. Colaborador en Cio Noticias En nuestro programa «El fantástico antro del gato» analizamos esta cinta; suscríbete al canal de Youtube:
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