«El baile de los 41», honesto retrato de la homosexualidad en el porfiriato – CinEspacio24

«El baile de los 41», honesto retrato de la homosexualidad en el porfiriato

Comparte el cine

Dirigida por David Pablos, El baile de los 41, basada en un hecho real, nos narra la vida de Ignacio de la Torre, un ambicioso político y yerno del presidente Porfirio Díaz. Ignacio pertenece a un club clandestino donde puede expresar su homosexualidad sin miedo a las represiones de la época. 

Por Arturo Brum Zarco*

@arturobrum

El baile de los 41 aborda la homosexualidad durante el porfiriato, y lo hace de una manera sincera, respetuosa y sin ser complaciente con sus personajes, ya que los presenta con sus claroscuros, con sus pasiones más sinceras y sus ambiciones más perversas.

Dirigida por David Pablos y con guion de Monika Revilla, la cinta retrata, un tema que aún a la fecha es rechazado y negado por una parte de la sociedad, la historia de la homosexualidad en México; ese es el gran valor de la cinta de Pablos, presentar un acontecimiento que han intentado borrar de la memoria mexicana.

Con el uso detallado de primeros planos, el director nos muestra una historia con matices, sin exaltar la figura de nadie, ni juzgar la personalidad de los protagonistas; al respecto no intenta realizar una ambientación exacta y pulcra de la época del porfiriato, sino su enfoque es hacia sus personajes, con los que logra realizar una denuncia a la homofobia, la masculinidad tóxica y la ambición del poder.

Basada en un hecho real, cuando  la policía realizó una redada en una casa del centro de la Ciudad de México, donde se realizaba un baile con 42 hombres, 21 estaban vestidos de mujeres, en dicho evento se encontraba el yerno del presidente Porfirio Díaz. 

El filme nos muestra, a partir de esos primeros planos, secuencias bien construidas y con destellos de una dirección de arte escueta pero efectiva, que tienen su soporte en la gesticulación y los rostros de los actores, que dicen más con su silencio que con los diálogos. Al respecto, destacan el trabajo de Alfonso Herrera, Emiliano Zurita, Mabel Cadena y Fernando Becerril, quienes recrean una época donde la homosexualidad no sólo era condenada, a los que juzgaban los torturaban psicológica y físicamente, incluso hasta llegar a desaparecerlos.

 

Ambientada en 1901, la cinta nos cuenta la historia de Ignacio de la Torre (Herrera) un joven y ambicioso político, que busca obtener, a toda costa, la candidatura para ser gobernador del Estado de México y para ello se casa con Amada Díaz (Cadena), hija del presidente de México, Porfirio Díaz (Becerril).

Ignacio de la Torre se presenta como un individuo con deliro de poder y que tiene como objetivo escalar de manera rápida y demoledora en la política mexicana y como yerno del presidente ve su camino más sencillo; sin embargo, esconde sus pasiones y deseos, es una persona homosexual que se reúne en un club exclusivo y clandestino, con gente que comparte sus gustos.

En ese lugar, hombres de la aristocracia y política mexicana son libres de expresar y de manifestar lo que sienten, amar a otro hombre. Es ahí donde Ignacio lleva a su amante y compañero de trabajo Evaristo Rivas (Zúrita).

La construcción del personaje de Ignacio se encuentra saltando entre sus ambiciones políticas, su club privado, su amante y su compromiso como un hombre casado, donde la figura de su esposa, Amada, sufre los desprecios y el rechazo de su parte; aquí vemos una masculinidad agresiva que ve a su mujer como un objeto; pero al mismo tiempo nos enseña a una mujer empoderada que exige no sólo atención sino fidelidad.

Si bien tiene una narrativa básica, El baile de los 41 tiene su fortaleza en la forma de la presentación de sus personajes y en traer a la conversación la historia de la homosexualidad en México, algo que siempre ha estado presente, a pesar de los que han intentado enterrar estos hechos.

Periodista y realizador. Director y Editor en CinEspacio24 Noticias. Colaborador en Cio Noticias.

Sé el primero en comentar en ««El baile de los 41», honesto retrato de la homosexualidad en el porfiriato»

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*