Grandes comediantes mexicanos: “Tun Tun”

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José René Ruiz Martínez mejor conocido como Tun Tun, fue un exitoso comediante mexicano con una extensa carrera cinematográfica. Su talento traspasó fronteras.

Por Martín L. González*

@martin_lgonzale

José René Ruiz Martínez nació el 22 de noviembre de 1932 en Tampico, Tamaulipas, México. Desde pequeño su vida se tornó complicada, tan sólo unos días después de su nacimiento fue diagnosticado con enanismo, una noticia que su padre no tomó nada bien, ya que veía esta situación como motivo de vergüenza, suceso que lo orilló a esconder a su hijo en casa negándole la oportunidad de asistir a la escuela.

Por suerte para José Rene, el amor y apoyo de su madre fueron incondicionales, ella le enseñó a leer y a escribir, para posteriormente enviarlo a la escuela a pesar de la fuerte oposición de su padre.

Su debut cinematográfico fue en la película El rey del barrio (Gilberto Martínez Solares, 1950), donde no solamente se ganó el sobrenombre de Tun Tun, sino que compartió cuadro con otros grandes comediantes de la época como Germán Valdés “Tin Tan” y Fanny Kauffman “Vitola”.

Tras esta cinta, que fue un rotundo éxito en taquilla, se volvió común ver a Tin Tan y a Tun Tun trabajar juntos en diversas producciones como El sultán descalzo (Gilberto Martínez Solares, 1954), Simbad el mareado (Gilberto Martínez Solares, 1950) o El vizconde de Montecristo (Gilberto Martínez Solares, 1954).

La estrecha relación que tenía Tun Tun con el “pachuco de oro” lo llevaron a debutar en Broadway, consiguiendo que su fama no se limitara solamente al cine mexicano. Además de su participación teatral, logró incursionar en la televisión estadounidense en el programa de Ed Sullivan, que fue uno de los más populares durante los años 50 y 60.

Tras aquellos años, el éxito de Tun Tun continuó aún a costa del declive que sufrió el cine mexicano, el cual pasó de vivir sus mejores momentos a convertirse en una industria de bajo presupuesto con el cine de ficheras.

Bajo este contexto, Tun Tun se mantuvo en la cúspide de la industria, está vez compartiendo créditos con actores como César Bono y Luis de Alba. Participó durante esta época en cintas como El vecindario (1981), Tres lancheros muy picudos (1989) o Los verduleros (1986).

Pasó sus últimos días viviendo en la Casa del Actor, donde esperó pacientemente su muerte, la cual llegó el 16 de octubre de 1993 a causa de un infarto al miocardio.

Su muerte dejó un hueco enorme en la historia del cine mexicano, pero su legado nos dejó una enseñanza aún mayor, demostrando que sin importar cuán difícil sea la vida, podemos triunfar de ella, justo como lo hizo el pequeño gran actor de México.