Park Chan-wook es uno de los directores surcoreanos más talentosos de la actualidad. Gracias a su famosa Trilogía de la venganza fue capaz de romper fronteras y abrir paso para que el mundo conociera la gran calidad del cine de su país.
Por Martín L. González* Antes de su famosa Trilogía de la venganza, ya había estrenado algunas cintas: Moon is the Sun’s Dream (1992), Saminjo (1997), Judgment (1999) y Joint Security Area (2000). En estas películas utiliza diversos recursos narrativos y un cuidadoso uso de la violencia, que se contrapone a filmes que solamente se dedicaban a esparcir sangre y golpes por toda la pantalla sin ninguna razón aparente. La trilogía de la venganza es una serie de películas que no están conectadas de manera narrativa ni tiene relación alguna en cuanto a su trama, sin embargo, los tres filmes tienen el tema de la venganza como eje principal. El impacto de estos largometrajes fue tal que la propia crítica especializada fue quien le asignó el nombre de La trilogía de la venganza. La trilogía comienza con Sympathy for Mr. Vengeance estrenada en 2002, la cual nos cuenta la historia de Ryu (Shin Ha Kyun), un joven sordo quien se vio obligado a abandonar sus estudios de arte debido a una enfermedad que contrae su hermana, lo cual orilla a Ryu a trabajar para poder sacarla adelante y poder pagar el trasplante de riñón que ella necesita. Para conseguir el dinero, Ryu secuestra a una niña, quien posteriormente muere accidentalmente, esto desencadena una serie de situaciones llenas de violencia impulsada por la venganza. La película no tuvo el recibimiento esperado, pues recaudó poco menos de la mitad de su costo. Pero la historia no terminó aquí, ya que para 2003, Park Chan-wook estrenó Oldboy, cinta que no solamente cambiaría la carrera del director, sino el rumbo de la industria cinematográfica surcoreana. Oldboy sigue la historia de Oh Dae-su (Min Sik Choi), un hombre que es secuestrado de manera repentina y sin ninguna razón aparente por alguien misterioso, quien lo encierra en una especie de cuarto de hotel, donde solamente lo alimentan de vez en cuando y es rociado con una especie de sedante. Durante este tiempo,Oh Dae-su se ejercita arduamente y tras quince años de encierro es liberado sin ninguna explicación. Una vez libre, decide vengarse del hombre que lo encerró. La película, a diferencia de su antecesora, fue un rotundo éxito, tanto en los festivales de cine como en taquilla, llegando a ganar el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cine de Cannes. El impacto del filme fue tal, que incluso el reconocido cineasta Spike Lee decidió hacer una mueca versión de la cinta en 2013 con las actuaciones de Josh Brolin, Elizabeth Olsen y Sharlto Copley, sin embargo, su versión no estuvo cerca de igualar a la gran obra maestra de Park Chan-wook. Con todas las miradas sobre Park Chan-wook, el director estrenó en 2005 la que sería la última cinta de la trilogía, Lady Vengeance, que nos cuenta la historia de Lee Geum Ja (Lee Young Ae), una mujer que es acusada injustamente por el secuestro y la muerte de un niño, y debido a su belleza física, el caso cobra especial relevancia en los medios. Durante trece años en prisión donde se convirtió en la reclusa más ejemplar, Lee creó un plan para vengarse de aquel que la inculpó por un crimen que no cometió, todo esto a la par que busca a su hija perdida. Esta obra fue bien recibida e incluso compitió por el León de Oro en el Festival Internacional de Cine de Venecia. Tras estos filmes, el cine surcoreano comenzó a cobrar mayor relevancia mundialmente, permitiéndonos disfrutar películas como Burning, Okja, Train to Busan o incluso la ganadora del Oscar a Mejor Película, Parasite, cintas que quizá nunca hubieran llegado a nosotros de no ser por Park Chan-wook y su maravillosa Trilogía de la venganza.
Colaborador y reportero en CinEspacio24 Noticias.
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