Lo curioso es que este caso sucedió en la década de los 80 y concluyó en 1993, hace no mucho tiempo, lo cual habla de que el racismo es una problemática social actual.

Los diálogos y las escenas son tan duros que nos hacen ver que esto no es un asunto de clases sociales. Se trata de manera despectiva tanto al hombre de familia que trabaja todo el día en el campo, como al abogado que logró graduarse en una de las universidades más prestigiosas del mundo, mostrando que cuando se trata de racismo no importa de dónde vienes, qué hiciste o quién eres.

Las actuaciones de Jamie Foxx y Michael B. Jordan son maravillosas. Ambos nos entregan un performance que le agrega elementos narrativos a la cinta, pues muchas veces el filme se vale de los gestos faciales de los actores para demostrar incomodidad, disgustos o hasta ira. Estos gestos también aportan para la construcción de personajes, logrando que conectemos con ellos y con su causa.

La cinta decide abordar dos temas controversiales: el racismo es el tema principal de la película y el que genera mayor impacto, pero el asunto de la pena de muerte también se encuentra en la cinta. Aunque opacado por todo el ámbito racial que cubre a la película, la historia también se toma sus momentos para hablar sobre dicho asunto, teniendo su punto más alto en una de las escenas más fuertes de la película, una ejecución en la silla eléctrica.

En general Buscando Justicia logra su cometido. Nos hace reflexionar y nos coloca en una situación que es cruel y difícil. Una cinta que aunque sea muy pronto, podría competir en la próxima temporada de premios. Sólo esperemos que a la academia no se le “olvide” esta cinta como ha “olvidado” otras tantas.

«Me metieron seis años en el corredor de la muerte. Me amenazaron, me torturaron con la promesa de la ejecución. Perdí mi trabajo, perdí a mi esposa, perdí mi reputación. Perdí mi… perdí mi dignidad», dice Walter McMillan en la película.