Presencias del mal es una película de terror sobre una institutriz que se hará cargo de una niña y un joven adolescentes que se quedaron huérfanos; pero al parecer su nuevo lugar de trabajo esconde secretos diabólicos.
Por Arturo Brum Zarco* Presencias del mal (The turning) es una película de terror que tiene como objetivo confundir al espectador; es decir, está diseñada para producir un discurso ambivalente donde no sabes qué es real o falso. En ese sentido, la película, dirigida por Flora Sigismondi, cumple al causar desasosiego, malestar y confusión; gracias a una decente fotografía, un buen diseño de producción y actuaciones destacables. Esta película está basada en la famosa novela del escritor Henry James The Turn of the Screw, que al igual que la película usa una narrativa para que, en este caso el lector, se pregunte si lo que está pasando fue real, un sueño o son las alucinaciones de una persona con problemas mentales. La cinta nos narra cómo Kate (Mackenzie Davis) una joven institutriz es contratada para que sea la tutora de Flora (Brooklynn Prince), una niña de unos ocho años que se quedó huérfana y vive en una mansión, con su hermano adolescente Miles (Finn Wolfhard) y la ama de llaves del lugar. Así, Kate llega a un hogar de clase alta, donde los dos jóvenes son unos niños consentidos, a los que jamás se les ha negado nada. Por su parte, la nueva institutriz, viene a remplazar a alguien que abandonó su puesto misteriosamente. La locura será una parte fundamental de la cinta, algo que nos muestran desde las primeras secuencias, ya que la madre de Kate está, o eso aparenta el filme, recluida en un manicomio. Cuando Kate llega a su nuevo trabajo encuentra a una niña simpática y dulce (gran papel que realiza Brooklynn Prince, quien ya había mostrado su capacidad en la cinta El proyecto Florida), con quien comienza una buena relación. Pero cuando Miles es suspendido de su escuela y se la pasa todo el tiempo en su casa, Kate comienza a ver cosas extrañas. Miles es un adolescente que aparenta una actitud amigable, pero es arrogante, agresivo y lanza guiños lascivos hacia Kate. Kate poco a poco va perdiendo el control de los dos jóvenes, aunado a que cada día ve y escucha cosas extrañas, como fantasmas, reflejos inesperados en los espejos, voces de adultos que pelean y una extraña mano que la ataca (sí una mano, como la que aparece en los Locos Addams). Pero la cinta presenta estas visiones de Kate como posibles sueños, es decir, en ningún momento dan certeza de que las cosas que ve son verdaderas; esto lo logran con cortes repentinos en la edición, con cambios brutales de secuencias y con diálogos cada vez más extraños. Es ahí donde la cinta tiene su fortaleza en crear una ambientación en la que no puedes definir con seguridad si Kate está viviendo un tormentoso cuento diabólico o es presa de problemas mentales. El libro de The Turn of the Screw ha sido adaptado en constantes ocasiones al cine y la televisión, siempre manteniendo ese juego de no explicar lo que pasa y dejando al espectador que saque sus propias conclusiones; quizá la adaptación más exitosa fue The Innocentes (1961), que dirigió Jack Clayton y el guion estuvo a cargo del escritor Truman Capote. Esta nueva adaptación provocará zozobra en el espectador al no contar con una explicación certera y contundente, lo que nos puede llevar a reflexionar sobre la realidad y nuestros sueños.
*Periodista y realizador. Director y Editor en CinEspacio24 Noticias. Colaborador en Cio Noticias.
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