La nueva cinta del director rumano Calin Peter Netzer, Ana, mi amor nos narra de una forma poco convencional cómo el amor en pareja puede llegar a ser un juego de dependencia y destructivo.
Por Martín L. González* El amor es uno de los sentimientos más puros que existen. Estar con la persona correcta te motiva día a día para ser una mejor persona y lograr tus metas. Pero existe una delgada línea entre amar a alguien y depender de alguien. Estos lo podemos ver en la cinta rumana Ana, mi amor (Ana, mon amour). Toma (Mircea Postelnicu), es un joven que desea ser escritor o periodista. Un día conoce a Ana (Diana Cavallioti), una linda chica que sufre de problemas psicológicos, motivo por el cual ha estado medicada desde pequeña. Por medio de recuerdos, Toma le contará a su psicoanalista todo lo que ha vivido junto a Ana a lo largo de los años y como es que poco a poco se fue desbaratando su historia de amor. El director Calin Peter Netzer nos presenta una película no muy alejada de la realidad. En lugar de contarnos la típica historia de amor al estilo Hollywoodense en la que todo suele ser hermoso y color de rosa, opta por una historia cruda pero real. Por medio de una narrativa poco convencional, nos muestra cómo es que el amor entre una pareja puede ir desapareciendo poco a poco y a pesar de ello la relación no culmina, ya que lo que solía ser una sentimiento tan puro termina por convertirse en codependencia. La cinta avanza tanto como sus personajes, lo cual fortalece el desarrollo de los mismos. Conforme esta avanza, cada vez se siente más diferente a lo que se nos presentó en un inicio. Pasamos de momentos lindos con pequeñas peleas a constantes discusiones y tan solo una chispa de amor que va perdiendo cada vez más su intensidad. Incluso el ritmo del largometraje va aumentando su intensidad hasta el grado de provocar incomodidad, lo cual funciona en beneficio de la historia. Los personajes no se encuentran nada alejados de la realidad. Tan sólo basta con dar un vistazo a nuestro alrededor para encontrarnos con más de una Ana o un Toma, por ello es fácil involucrarnos con la idea del director. Todo esto se refuerza con las situaciones que se presentan en pantalla, y más con los temas tan insignificantes que suelen desatar los conflictos. El amor pude transformarse en algo enfermizo, puede incluso destruir nuestras vidas, por lo tanto debemos saber en que momento una relación ya no es saludable, cortarla de tajo y alearnos de ahí, antes de que sea demasiado tarde.
*Colaborador en CinEspacio24 Noticias.
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