Limonada es una película rumana – estadounidense, dirigida por Ioana Uricaru, que aborda el tema de la migración desde una perspectiva diferente. Cuenta la historia de Mara, una joven rumana que hace todo lo posible (legalmente) para que ella y su hijo vivan en los Estados Unidos, pero sufrirá de odio y xenofobia.
Por Arturo Brum Zarco* “Hasta la gente que odia los Estados Unidos quiere vivir en los Estados Unidos”, afirman varias veces los personajes de la película Limonada, como si aseguraran que el “sueño americano” es posible y que no hay mejor lugar para vivir y tener una vida más placentera que en dicho país. En el contexto actual, donde la migración es uno de los mayores problemas en el mundo y el presidente estadounidense Donald Trump endureció la vigilancia contra los migrantes, la cinta Limonada llega en buen momento para analizar y discutir del tema, y lo hace desde una visión diferente. La cinta es una producción rumana-estadounidense, dirigida por Ioana Uricaru, quien aborda el tema de la migración desde la perspectiva europea. Nos cuenta las vicisitudes que sufre una chica rumana y su hijo para poder vivir en los Estados Unidos; si bien es muy distinto a lo que sufren los migrantes latinos, también reciben tratos de crueldad y odio. Una crueldad que es sutilmente retratada por Ioana, pero esa sutileza no le quita la maldad y la brutalidad a las escenas; al contrario, su manera brillante de narrar es provocadora y causa indignación y furia. El filme nos cuenta los intentos legales por parte de Mara (Malina Manovici), una joven rumana, por quedarse en los Estados Unidos. Ella es una enfermera que llegó a dicho país gracias a un trabajo temporal para rehabilitar a personas que sufrieron un accidente. Así conoce a Daniel (Dylan Smith), uno de sus pacientes, con quien se casa. El filme no muestra el momento en que se “enamoraron” y decidieron estar juntos, y no es necesario, ya que la cinta se enfoca en el proceso burocrático para que Mara reciba, por estar casada con un ciudadano estadounidense, la codiciada green card (que le permite trabajar y vivir en Estados Unidos). Mientras esperan la resolución de las autoridades migratorias, Mara consigue que su hijo, Dragos (un niño de unos ochos años), viaje a los Estados Unidos. No obstante, durante el transcurso de los trámites para lograr su residencia, encontrara violencia física, sexual y psicológica por parte de distintas personas que tienen en común una ideología xenófoba y de odio y piensan que Mara y su hijo no tienen ningún derecho de vivir en su país. Todo se resume en la frase de un agente migratorio del filme: “mi abuelo construyó este país y tú vienes a disfrutar del mejor país del mundo, sin aportar nada”. La directora Ioana logra crear un ambiente lúgubre y lo hace con elementos del nuevo cine rumano, que se caracteriza por apoyarse sobre todo en diálogos largos, los cuales son contundentes y directos. Además de usar pequeños planos secuencias, tomas más contemplativas y abordar temas sociales. Este nuevo cine aboga por una reflexión más profunda sobre el actuar de los seres humanos; en ese sentido Limonada es una película con una mensaje adecuado y pertinente para estos tiempos donde las fronteras son, desafortunadamente, como un campo de batalla.
*Periodista y realizador. Director de Comunicación en CinEspacio24. Colaborador en Cio Noticias.
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