María Magdalena, dirigida por Garth Davis, es una cinta que reivindica el papel que tuvo esta mujer en la historia de Jesús. Protagonizada por Rooney Mara y Joaquin Phoenix, es un filme que tiene partes destacadas, pero que al final es una historia bíblica más, como cualquier otra.
Por Arturo Brum Zarco*
Ya viene una de las tradiciones más importantes de la religión católica, donde los feligreses festejan la crucifixión de Jesús, la Semana Santa. En pueblos y ciudades se realizan grandes celebraciones al respecto, sobre todo, actúan el martirio que según la Biblia sufrió Jesús.
Ese pasaje de la Biblia se ha retomado varias veces en el cine; incluso desde el inicio del séptimo arte la historias bíblicas han sido el eje narrativo de un sin fin de producciones, porque son temas interesantes y que le gusta a la gente; con todo respeto pero este tipo de filmes nunca han sido de mi agrado.
En ese sentido, el cine bíblico siempre va a estar presente y sobre todo en estas fechas, y ahora que estamos en una época donde la equidad de género (y eso es ampliamente aplaudible y necesario) cada vez es más real, llega a la salas de cine la película María Magdalena.
Un personaje que, cuando yo era niño, los sacerdotes aseguraban que era una prostituta y que gracias a Jesús se reivindicaba, yo confieso que fui en una escuela católica donde rezábamos cada quince minutos (tal vez exagero pero eso es lo que recuerdo).
Así en mi mente y seguro en la de muchos que crecieron en la religión católica, ese personaje fue salvado de las garras de la malvada prostitución.
Ahora, la cinta María Magdalena se atreve a cambiar la historia y contarnos algo diferente, y eso es refrescante; sin embargo el resultado es de nuevo un poco aburrido y obviamente predecible.
En este caso María Magdalena (interpretada por Rooney Mara, quien tiene una capacidad actoral que me atrevo a decir que salva a la película), no es la prostituta que siempre nos habían dicho; ella era una mujer agobiada porque su familia la obligaba a casarse, pero cuando conoce a Jesús todo cambia y decide seguirlo y convertirse en una apóstol más, de hecho, según el filme, uno muy importante y clave esencial para entender el mensaje del hijo de Dios.
La ambientación y la fotografía no aporta ninguna novedad en cuanto al cine bíblico, parece que todas son “hechas con la misma piedra”.
El papel de Jesús es realizado por Joaquin Phoenix, quien ha realizado trabajos destacados, pero en esta ocasión nos muestra una interpretación con todo su ego por delante, en verdad se creyó un Dios pero no uno misericordioso sino vanidoso y algo confuso.
El objetivo de la cinta es volver a reivindicar a María Magdalena, pero en esta ocasión explican desde un principio que nunca fue una prostituta, sino que estuvo a la par de cualquier apóstol.
Algo destacado de la cinta es la motivación de por qué Judas traiciona a Jesús; ojo con ese tema que abre el debate sobre esta famosa traición.
Por momentos es algo lenta e intenta ser reflexiva, sin obtenerlo, pero su objetivo se logra. Al final, prefiero a la María de esta película, en comparación a la que me enseñaron en la escuela.
*Periodista y realizador. Director CinEspacio24 Noticias. Colaborador en Cio Noticias y Oculos Todo el Cine
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