El miedo se puede oler, el miedo tiene esencia. The Creeper es un demonio, con alas tipo murciélago y una camioneta vieja, quien puede oler el miedo y persigue su esencia. El demonio se alimenta de humanos cada 23 años por 23 días. Y ha vuelto después de 14 largos años en esta nueva entrega: Jeepers creepers 3, titulada en español El regreso del demonio.
Por Carlos Ramírez García*
La frase “el miedo tiene esencia” se repite a lo largo del nuevo largometraje para sembrar la idea que The Creeper sólo se alimentará de los que le teman. Tras el último filme en 2004, tanto el director, Victor Salva, como el intérprete de The Creeper, Jonathan Beck, retoman sus respectivos papeles. También la trama promete mucho, ya que está ambientada entre la primera y la segunda parte.
Por tal motivo las expectativas de esta cinta son grandes, en especial, para los fieles seguidores de una saga que es catalogada de culto, luego de que su primera entrega fue aclamada en el Festival de Sitges.
Y es que como el argumento lo indica, The Creeper tiene hambre y necesita partes humanas para reconstruirse a sí mismo. Es por ello que en Jeepers creepers 3 la camioneta del demonio tiene más peso y está repleta de artilugios que juegan a favor del monstruo.
No obstante, conforme la película avanza cae en una serie de traspiés que derrumban la ilusión de un regreso triunfante, y el miedo tiene esencia se acaba. El error más evidente son los efectos especiales, que son similares a los de una producción independiente. Hay que ver a detalle la máscara de The Creeper, sus alas y los efectos de impactos de bala para darse cuenta que en las anteriores entregas hacían un mayor esfuerzo.
De igual modo, otro error en el que cae el filme es la edición. Existen por lo menos tres tramas que se entrelazan, pero que son discontinuas porque se interrumpen una tras otra. Evidentemente y conforme los minutos avanzan, se siente el peso de una trama sobre otra.
El tercer fallo y el más fundamental recae en el suspenso, el cual disminuye por otra apuesta: humanizar a The Creeper. Víctor Salva se concentra en esta idea. Es decir, ya no hay misterio, ahora el monstruo se pasea a plena luz del día; a diferencia de los filmes anteriores en los que había miedo y zozobra de saber quién sobrevolaba a las víctimas con una gabardina y un sombrero negro.
Como suele decir Guillermo del Toro, mientras más detalles sepamos del monstruo, menos miedo le tendremos y el misterio se habrá esfumado.
Por último, y como punto rescatable, el final abre la posibilidad de más capítulos para la saga; sin embargo, y como se nota en Jeepers Creepers 3, las secuencias de la película tienen más elementos de acción que de terror.
Periodista. Comunicador. Colaborador de CinEspacio24.
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