La amante de mi padre, título en español que supongo por razones morbosas le pusieron a la película The only living Boy in New York, es una cinta llena de buenas intenciones en cuanto a realizar una crítica sobre la familia, el amor, la juventud y la actual sociedad burguesa de New York. Dirigida por Marc Webb y protagonizada por Callum Turner, Kate Beckinsale, Pierce Brosnan y Jeff Bridges, el filme llega a ser un poco predecible.
Por Arturo Brum Zarco* Un joven burgués, Thomas Webb (Callum Turner) se niega a vivir con las comodidades que le ofrecen sus padres y decide trabajar de tutor y residir en una zona pobre de New York; está enamorado de Mimi Pastroni (Kiersey Clemons), una joven amante de la literatura underground, que sólo lo ve como un amigo; él tiene el sueño (que a nadie le ha contado) de ser escritor. El personaje es un gran cliché. Después de que nuevamente la chica de sus sueños lo rechaza (lo friendzonea horriblemente), llega deprimido a su pequeño departamento, donde conoce a un nuevo vecino, un misterioso hombre, adulto mayor, bohémico, llamado Gerald (Jeff Bridges), alcohólico, fuma puro y mariguana y le gusta Bob Dylan, y otros clichés más, quien se convierte en su amigo y en su gurú de cómo tiene que afrontar la vida. Thomas comienza a ser más abierto en lo que quiere. Odia las cenas que ofrece todos los viernes su madre, donde se reúnen los intelectuales burgueses de New York. No tiene una buena relación con su padre, un exitoso editor de libros. Una noche en un bar, mientras está para variar con esa dama que no lo pela pero que no lo aleja, descubre a su padre besando a Johanna (Kate Beckinsale), una mujer guapa, elegante y empresaria, que es todo lo contrario a su madre, que vive constantemente con ataques depresivos y toma clonazepam. El joven hijo, seguirá a la amante de su padre hasta hacer contacto con ella, con el fin de evitar dicha relación; sin embargo, por cuestiones eróticas y algo extrañas, ella y el hijo tendrán un encuentro romántico y sexual. La cinta intenta por medio de los padres realizar una crítica a la actual sociedad que vive en New York, (como lo que hizo Woody Allen en la buena cinta Blue Jasmine), pero sus diálogos, que tienen ciertos aires irónicos y muchas referencias sobre escritores e intelectuales, caen en los lugares comunes de este tipo de películas. Asimismo, con Thomas buscan retratar a la actual sociedad joven, que tiene el respaldo de una vida llena de privilegios pero que quieren seguir sus propios rumbos y vivir en la precariedad, como una forma de protesta. El hombre viejo y bohémico, una gran actuación de Jeff (como siempre), es culto, borracho, sabio, recita poesía, fuma puros, a todo le encuentra una referencia literaria y por su puesto es escritor; una fina burla de lo que era antes dicha ciudad. Entre esos personajes, el conflicto está en el amorío de Johanna tanto con el padre y el hijo, donde las cuestiones morales y éticas parecen no existir. El filme retrata el eterno duelo entre un padre e hijo; quién es más hombre, quién es más fuerte, quién será más exitoso. La amante de mi padre tiene un buen ritmo y un director que conoce el oficio, Marc Webb (500 días con ella, El sorprendente hombre araña). Así, la cinta es entretenida pero avanza hacia lo predecible por lo que la anécdota se queda corta, ya que a mitad de la película es seguro que adivinen lo que va a pasar.
*Periodista y realizador. Director de Comunicación y Editor de CinEspacio24. Colaborador de Cio Noticias.
Deja un comentario
Sé el primero en comentar en ««La amante de mi padre», y el intento por criticar New York»