«Trainspotting 2», decente regreso – CinEspacio24

«Trainspotting 2», decente regreso

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Trainspotting es un de los filmes más importantes de los años 90, dirigida por Danny Boyle y basada en una novela de Irvine Welsh, refleja el sentir de una nueva generación. Toca un tema sensible como el consumo de drogas y lo hace de una forma realista, cruda y sincera. 20 años después llega la segunda parte con los mismos protagonistas y director; obviamente no iba a tener el impacto de la primera; sin embargo, Trainspotting 2 es un buen ejercicio para hablar de la nostalgia y de la vejez sin perder la sinceridad y crudeza de la primera parte.   

 

Por Arturo Brum Zarco *

La primera parte es considerada una película de culto, con uno de los mejores soundtrack de la historia, tiene secuencias icónicas que marcaron a una nueva generación y crearon un nuevo concepto visual. Narra la vida de un grupo de amigos de Escocia adictos a la heroína, a quienes no les importa una vida “normal”, mientras se puedan inyectar droga: “Escoge una vida, yo escojo la heroína”. El tema causó controversia en su momento, ya que la cinta mostraba el tema de una forma realista y con herramientas narrativas novedosas.

Creo que después de 20 años contar el final de la primera parte no es spolier (pero si lo creen mejor dejen de leer). El filme terminaba con Renton (Ewan McGregor) engañando a sus amigos Spud (Ewen Bremner), Sick Boy (Jonny Lee Miller) y Begbie (Robert Carlyle), a quienes les roba el dinero que consiguieron en una venta de drogas. Así, la película tenía un final sin reivindicación, la realidad de las drogas y la juventud. En ese sentido, una nueva parte podría caer en la necesidad de reivindicar a sus personajes, pero no fue así.

Después de 20 años, y de nuevo bajo la dirección de Danny Boyle (Quisiera ser millonario, 127 horas, Steve Jobs), se reúnen los protagonistas que marcaron una generación. Ahora Renton tiene una vida “normal” vive en Amsteradm, se casó y dejó las drogas por el ejercicio. Pero un problema de salud le provoca un remordimiento inesperado y regresa a Edimburgo, a visitar a sus antiguos amigos.

Spud, quien ahora tiene un hijo adolescente y a pesar de sus esfuerzos por trabajar sigue “preso” de las drogas; Sick Boy es el encargado de un bar con pocos clientes y es un estafador que pone a su novia a prostituirse para engañar a sus clientes; por su parte Begbie escapa de la cárcel y regresa a lo mejor que hace: el robo y la violencia.

A ese mundo regresa Renton y aunque al principio Spud y Sick Boy no aceptan sus disculpas, esa amistad del pasado regresa; esa nostalgia de lo que fue, esos recuerdos de sus andadas criminales, esas aventuras inolvidables, que sólo existen con esos amigos con los que hiciste locuras. En eso se sostiene la película, no es una cinta de reivindicación, sus personajes en el fondo siguen igual, pero si es una travesía a la nostalgia, a la identificación de lo que eres; somos los amigos que decidimos aceptar.

Dany Boyle utiliza los mismos recursos narrativos de la primera, sólo que obviamente en esta ocasión la segunda parte no tendrá escenas icónicas, no será una película de culto, no será un parteaguas para la cinematografía; pero lo que sí es, es una historia bien contada, con agradables actuaciones, con diálogos fuertes y de nuevo sinceros: ahora son los temas de remordimiento, de nostalgia, del pasado y de la aceptación de que escoger una vida ya no es opcional.

 

*Periodista. Director de Comunicación de CinEspacio24, escribe en Cio-Noticias y es conductor del programa Butaca Digital de Radio Trece

 

 

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