«Velvet Buzzsaw», parodia y terror en el arte contemporáneo – CinEspacio24

«Velvet Buzzsaw», parodia y terror en el arte contemporáneo

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La cinta Velvet Buzzsaw del director Dan Gilroy es una parodia sobre el arte contemporáneo y el elitismo que lo rodea, combinado con el género de terror y escenas sangrientas, para así mostrarnos un mundo bello por fuera y muerto por dentro.

Por Arturo Brum Zarco*

@arturobrum

Definir qué es el arte parece que sigue siendo una pregunta con muchas repuestas; no obstante, algo es seguro, no podemos existir sin él, sin esas formas tan diversas de interpretar o traducir la realidad, ya que es por medio del arte que podemos comprender mejor nuestro entorno.

Hay diversas formas de ver el arte, y una de ella es a través del elitismo que rodea a algunas obras o artistas. Existe gente que se cree privilegiada, como si sus ojos fueran los únicos que pueden ver y entender una pintura; entre ellos están los millonarios coleccionistas, la galerías exclusivas, las casas de subastas y los críticos de arte; quienes se mueven en un mundo aparte donde la entrada está restringida. 

Ese mundo deja vastas ganancias económicas; por ejemplo, la casa de subastas Sotheby’s vendió, el año pasado, 1 600 millones de dólares en obras de arte contemporáneo. Es decir, el arte es un negocio rentable, siempre y cuando sepas vender la obra y al artista, ya que el arte contemporáneo es tan complejo que puede ser una bella pintura o una extraña instalación de cubetas llenas de agua.

Esta sociedad exclusiva, egocéntrica, falsa y ambiciosa se refleja en la provocativa cinta Velvet Buzzsaw, película original de Netflix y dirigida por Dan Gilroy (quien realizó el obsesivo y buen filme Primicia Mortal).

En Velvet Buzzsaw dicho realizador vuelve a trabajar con Jake Gyllenhaal y Rene Russo, para llevarnos a una  trama sobre la obsesión y sus consecuencias;  aborda el tema del arte desde varios puntos de vista: por medio de un despiadado y cínico crítico de arte, unas manipuladoras dueñas de una galería y los “ingenuos” artistas que sólo se dejan admirar. 

Con esta cinta Dan Gilroy parodia ese mundo y se burla de sus  absurdas ambiciones y su amargo elitismo; asimismo, se ríe del movimiento contemporáneo, ya que en la cinta unas bolsas de basuras o una persona muerta a lado de una instalación artística son confundidas como grandes y costosas obras.

Pero lo atractivo del filme no sólo está en la parodia que realiza, también en la combinación que hace con el género de terror, para así realizar una metáfora de ese mundo hermético y a veces sin sentido.

El filme sigue los pasos de Morft Vandewalt (Jake Gyllenhaal), un famoso crítico de arte, que al parecer siente placer en destruir carreras. Él  es íntimo amigo de Rhodora Haze (Rene Russo) una poderosa mujer, dueña de una prestigiosa galería de arte, a quien no le importa lo que tenga qué hacer para trabajar como  la representante del artista de moda, y vender a precios exuberantes sus trabajos. Cuando su asistente, Joshepina (Zawe Ashton), una joven que sueña  con ser como Rhodora, encuentra unas pinturas en el departamento de su vecino recién fallecido, descubre que dichas piezas tienen una calidad inigualable.

Su misterioso vecino, había pedido que al morir destruyeran todas sus obras, las cuales esconden un secreto aterrador. Sin embargo, tanto Joshepina y Rhodora hacen lo contrario y logran comercializar las pinturas y  obtener grandes ganancias económicas. Por su parte, Morft encuentra en estas siniestras pinturas una obra original, sin parangón y se obsesiona con ellas y comienza a investigar la vida de ese artista desconocido, lo que lo lleva a una historia tétrica y aparentemente malvada.

Así, las pinturas de aquel enigmático personaje parecen estar poseídas por un ente maligno que poco a poco intentará matar a todos aquellos que no quisieron que las pinturas se destruyeran. Una metáfora de esas personas que se dicen amantes del arte (pero sin empatía hacia el otro),  y sólo ven a la obra y al artista como un fin económico.

En la primera mitad de la cinta vemos la parodia en todo su esplendor, para después ser testigos de escenas de terror bien realizadas y muertes espeluznantes.

El filme tiene agradables actuaciones y combina el humor negro con el terror. Girloy nos entrega una película reflexiva sobre el elitista mundo  del arte, ese que produce millones de dólares y que sólo pocos pueden «admirar». 

 

 

*Periodista y realizador. Director y Editor en CinEspacio24 Noticias. Colaborador en Cio Noticias y Oculus Todo el Cine.

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