«Parásitos», sutil y voraz metáfora sobre las clases sociales – CinEspacio24

«Parásitos», sutil y voraz metáfora sobre las clases sociales

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La cinta del reconocido director  surcoreano Bong Joon Ho, Parásitos, nos narra cómo cuatro miembros de una familia de clase baja engaña a otra  de clase alta para que los contraten  como tutores de sus hijos. Un filme que con comedia, tragedia y suspenso aborda las diferencias de las clases sociales. 

 

Por Arturo Brum Zarco*

@arturobrum

La complejidad y las metáforas visuales con que el director surcoreano Bong Joon Ho aborda la diferencia de clases sociales en su  cinta Parásitos es sutil y voraz; con unos planos que en todo momento cuentan algo, la película es una delicia que pasa por el humor negro, suspenso y tragedia, sin perder en ningún momento su premisa.

En Parásitos cada secuencia, encuadre, sonido, diálogo, diseño de producción y actuaciones es una clara muestra  de cómo cada parte de una película tiene que estar bien conectada y desde su posición respetar el argumento.

De esa forma, Bong Joon Ho (que ya nos había entregado joyas como Memories of murder, El huésped, Mother, El expreso del miedo y Okja) se supera en todos los aspectos y nos entrega el filme que es, hasta el momento, su obra maestra; donde combina con excelencia las diferencias de dos tipos de familia: una en una situación económica precaria y la otra de clase alta. Nos muestra, de forma poética y literal, cómo la lluvia no es lo mismo para cada una.

Mientras unos pueden disfrutar la lluvia desde su espectacular ventana en la sala de su sillón, los otros sufren al ver su casa inundada y con el agua saliendo hasta por el escusado.

El director no hace una cinta sobre la maldad de una u otra clase social, es una cinta metafórica sobre la búsqueda de la supervivencia, del sueño de tener una vida cómoda y placentera: una paradoja para muchas personas en el mundo. Esa paradoja es lo que nos lleva al término parásitos.

El parásito es un organismo que vive gracias a que se alimenta de otro organismo. Con esa definición en mente, el director construye una historia con una anécdota que demuestra que todos podemos ser o somos parásitos. 

Parásitos nos cuenta la historia de una familia, padre, madre,  hijo e hija , que viven en un sótano, y quienes buscan trabajos fáciles que les den una comodidad inmediata.

El inicio de la cinta, el cual en tan sólo unos segundos resume de manera brillante lo que vamos a ver, es un ejemplo de un adecuado uso del lenguaje cinematográfico: comienza con una toma de la pequeña ventana del sótano, y dentro de ella unos calcetines colgados en el techo, la cámara baja lentamente para presentarnos a un joven que desesperadamente busca una señal de wifi de algún vecino, después toda su familia comienza a buscar una señal, hasta que la encuentran poniéndose arriba del escusado.

Esa escena que puede parecer lúdica encierra toda la premisa y el mundo que nos va a presentar el director, personas que buscan sobrevivir  a partir de engañar a otros.

El hijo de dicha familia  consigue, con títulos falsos, trabajo como tutor de una joven  de clase alta, en una casa grande y bella, y logra convencer a sus nuevos empleadores que él conoce a una experta tutora en terapia de arte (su hermana), a un chofer experimentado (su padre) y a una trabajadora del hogar  responsable (su madre). Sin saber que sus nuevos empleados son una familia, los contratan y comienza una historia de engaños, que bien parece una comedia negra, pero que poco a poco se forma alrededor de ella una tragedia y un suspenso tan bien logrado que tiene un desenlace abrumador.

Las metáforas visuales siempre presentes en la cinta van a reforzar en cada momento lo que el director quiere transmitir, por ejemplo,  los planos y tomas  de la casa del sótano son cerrados y claustrofóbicos,  al contrario de la otra casa que tiene planos abiertos.

Asimismo, la cinta da la sensación de que los que tienen dinero siempre caminan hacia arriba, y los otros, los menos afortunados, van hacia abajo. Hay una secuencia extraordinaria donde los que viven en la precariedad  caminan  rumbo a su casa y parece que las escaleras que tienen que bajar nunca terminan. Esta construcción que podría parecer obvia se fortalece con la sutilidad de las actuaciones, el inteligente guion, los diálogos aspiracionales, burlones, críticos,  clasistas y lúgubres.

Parásitos es una excelente metáfora de la diferencia de las clases sociales, una diferencia donde siempre verán la lluvia de una forma distinta.

*Periodista y realizador. Director de Comunicación en CinEspacio24. Colaborador en Cio Noticias

 

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