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«Nuevo orden», el peligro de militarización

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Nuevo orden, la nueva y polémica cinta del director mexicano Michel Franco, es una película que intenta dar un mensaje sobre los peligros de la militarización. 

 

Naian González Norvind, Diego Boneta y Dario Yazbek Bernal

Por Arturo Brum Zarco*

@arturobrum

Nuevo orden, la reciente película del director mexicano Michel Franco,  busca dar un mensaje contundente y demoledor sobre la militarización: los abusos de ella, la corrupción dentro de sus integrantes y su búsqueda por el control de la sociedad.

Algo que no desconocemos, para ejemplo los países donde los golpes de estados militar causaron y causan sistemas totalitarios, o incontables y desafortunados sucesos en México donde soldados han abusado de su poder violentando los derechos humanos.

En ese sentido, Michel Franco tiene una intención loable, crear una reflexión entorno al peligro que existe al otorgarle tanto poder a las fuerzas castrenses.

Para contar eso nos narra una historia que bien podría caer en un hipérbole del actuar del ejército, pero sólo basta leer reportajes y testimonios de los abusos de ellos para entender que el filme está más cerca de la realidad, respecto a la forma como aborda a la militarización. 

Así, la cinta empieza con unas tomas simbólicas donde vemos a la protagonista de la película Naian González Norvind en diferentes escenarios: con un vestido blanco, desnuda pintada de verde, árboles y la bandera de México, tomas que son un vaticinio de la destrucción y cambio que vamos a ver.

Al finalizar ese interesante ejercicio simbólico, la cinta nos muestra una corta secuencia en un hospital público de la ciudad de México, donde varias personas han tomado el lugar a la fuerza para que sus heridos, aún no sabemos por qué de su condición, sean curados.

Después nos lleva a la celebración de una boda de dos jóvenes de clase alta, Marian (Naian) y Alan (Dario Yazbek Bernal). Un evento fastuoso, con lujos, con pagos o regalos a los novios como si fueran un tipo de sobornos. Ahí se encuentra Daniel (Diego Boneta), el hermano de la novia, un tipo seductor que tiene poco interés sobre lo que está pasando afuera.

Mientras la boda se lleva a cabo, por medio de varios detalles que nos va enseñando el largometraje, conocemos que hay manifestaciones violentas en las calles por parte de las clases trabajadoras.

Para los personajes de la fiesta, Franco se toma su tiempo para construirles un arco dramático más profundo que a otros personajes; esto provoca que los conozcamos más a ellos, ya que nos muestra  su burbuja  ideológica  e incluso la bondad de la novia por uno de sus antiguos trabajadores.

En entrevistas, Michel  Franco declaró que no quiso crear bandos sobre las clase sociales, pero esto se contrapone  con el poco trabajo que realizó al profundizar en los personajes con pocos  recursos económicos; es decir su construcción de los personajes de clase alta, que se encuentran en la boda, es más compleja; y es aquí donde la película se puede malinterpretar culpándola de clasista; aunque el mensaje final sea lo contrario.

A la boda llegan los manifestantes y con una violencia extrema atacan y roban todo lo que encuentran; en esta parte sí  existe una hipérbole sobre las manifestaciones sociales. Una manera injusta y desproporcionada de mostrar a los movimientos sociales y las marchas.

Esa forma de abordar  las manifestaciones y la poca profundidad de los personajes de clase baja son los dos grandes problemas de la cinta.

Para detener a todos los manifestantes que han llegado a acciones sangrientas, el ejército toma el control, y comienzan las restricciones: toques de queda, permisos especiales para estar en la calle y abusos de poder deleznables.

Es algo indudable que esta es la película más atrevida y arriesgada de Franco, que su cámara estática e intimista que nos mostró en su anteriores trabajos (Después de Lucía, Las hijas de Abril, Chronic), desaparece para dar lugar a una cámara en mano con muchos más movimientos.

En Nuevo orden tenemos un Franco que se reinventa en cuestiones técnicas y se muestra como un director que sabe dirigir grandes elencos, a muchos extras y el uso de efectos visuales.

Asimismo, la cinta tiene secuencias brutales, crudas e incómodas, para mostrar esa espantosa condición humana cuando existe el poder sobre otro. Es ahí cuando la anécdota de la militarización muestra que para las fuerzas armadas no les importa las clases sociales mientras mantengan el control.

Nuevo orden ganó  el León de Plata en el Festival de Cine de Venecia. En México antes de su estreno su tráiler de promoción causó gran controversia, ya que la forma como la presentaron para muchos era una muestra del clasismo del filme (sin verla la encasillaron ahí y ya no la van a sacar); clasismo que no existe, pero en varias partes de la película se puede cuestionar.  Al final la anécdota de la militarización es lo brutal y fuerte del largometraje.


*Periodista, realizador y profesor. Director y Editor en CinEspacio24 Noticias. Colaborador en Cio Noticias.

 

Te invitamos a ver el especial que hicimos sobre la filmografía de Michel Franco en nuestro programa «Mijito, recomiéndame algo»

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