My octopus teacher es un documental sobre un cineasta que encontró un nuevo sentido a su vida al practicar el buceo libre y registrar la vida de un pulpo, quien le «permitió» entrar en su inhóspito y maravilloso mundo.
Por Arturo Brum Zarco*
En la actualidad, son los documentales los que están presentando obras con un discurso novedoso, una estética ingeniosa y una propuesta audiovisual que abogas más por lo sensorial, es decir, estamos en una etapa donde este formato cinematográfico está en su apogeo.
Como ejemplo, está la cinta My octupus teacher, la cual se puede catalogar como un documental sobre la naturaleza, pero encasillarlo sólo ahí sería un error, ya que esta cinta es mucho más compleja al presentarnos la bella relación entre un hombre y un pulo; sí, aunque se escuche extraño, este trabajo muestra de una manera brillante la corta vida de dicho animal y cómo influyó en una persona atrapada en una fuerte depresión.
Dirigida por Pippa Ehrlich y James Reed, nos narra la travesía del cinefotógrafo Craig Foster, quien agobiado por un sentimiento de desasosiego encontró un nuevo sentido a su vida cuando empezó a practicar el buceo libre o apnea en las gélidas aguas de False Bay, una ensenada natural que se encuentra en Sudáfrica.
El documental, narrado por el propio Foster, nos muestra cómo encontró en esa naturaleza marítima un escenario de paz y tranquilidad y un territorio lleno de bellos peces, a los cuales comenzó a fotografiar (actividad que ya no realizaba por no encontrar nada que lo apasionara); sin embargo, lo que más le llamó la atención fue un pequeño y misterioso pulpo.
Por tal motivo, visitó diario el lugar donde se refugiaba el pulpo, quien cada vez que Foster se acercaba a él se resguardaba, pero después de 26 días logró que el animal se aproximará a él. De esa forma, inició una agradable convivencia entre el humano y el pulpo.
Esa interesante relación duró un año (la vida promedio de esos animales octópodos) y en ese tiempo Foster registró por medio de su cámara las acciones más significativas del animal: la forma de cómo cambia de color para esconderse, la manera de protegerse de los tiburones y cómo se alimenta; actividades que demuestran que estos seres invertebrados son de los más inteligentes.
Foster narra cada detalle de lo que vio en ese año y lo hace de una forma íntima, al explicar su amor por dicho animal y cómo se convirtió en una parte importante de su vida. En ese sentido, el documental es una entrañable historia con sus hermosos momentos, sus partes de tensión y peligro y un final por demás conmovedor.
La cinta va hilando a partir de una cautivadora fotografía la interacción de Foster con el pulpo (a quien nunca le pone un nombre, y eso es un punto muy significativo, ya que no lo considera como una mascota), y así consigue que el filme aborde, de manera ingeniosa, el tema del respeto a la naturaleza y la necesidad de preservar estos lugares que han sido maltratados por el hombre.
Asimismo, la manera de cómo cuentan el documental logra mostrar que estos animales, considerados por muchas personas como feos y espeluznantes, bien lo dice el propio Foster “para muchos los pulpos son como Aliens”, son perspicaces, astutos, tímidos y con una belleza sin comparación.
La película es una producción de Netflix y está nominada al Oscar a Mejor Documental.
Foster encontró el mejor medicamento en la naturaleza, en su «amistad» con un pulpo, quien le permitió adentrarse en su inhóspito mundo. Así, My octopus teacher nos enseña, de una forma muy peculiar y divertida, la importancia del cuidado al medio ambiente.
*Periodista y realizador. Director y Editor en CinEspacio24 Noticias. Colaborador en Cio Noticias
Te invitamos a nuestro taller de Historia y Análisis del Cine Mundial
Sé el primero en comentar en ««My octopus teacher», la naturaleza como inspiración»