El estilo y las películas del «Expresionismo Alemán» – CinEspacio24

El estilo y las películas del «Expresionismo Alemán»

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El expresionismo alemán es una de las corrientes cinematográficas más importantes; conocer su contexto,  características y ver sus películas más representativas es importante para disfrutar y entender el cine. 

Metrópolis de Fritz Lang

Por Mahonri Alarcon*

@alarconMA07 

La vida es motor del arte, el arte representa a la vida y dentro de esta relación existen infinidad de matices que hacen de la experiencia humana recurso renovable de historias.

La vida y el arte se retroalimentan una a la otra desde los orígenes de la especie humana y los artistas siempre han encontrado en su labor una forma de transmitir sus sentimientos, de materializar sus pensamientos y de comunicar ideas e ideales.

En la devastada Alemania de la posguerra en los años 20, la inspiración de los cineastas en turno abrevó de las actitudes y expectativas cotidianas, poco alentadoras, para iniciar un movimiento artístico tan cercano a la gente que pasaría a la historia como una de las corrientes cinematográficas más influyentes: el expresionismo alemán.

En esos años la producción cinematográfica germana se encontraba totalmente acaparada por la UFA (Universum Film A.G.) que, por decreto gubernamental, había emprendido una guerra contra la industria extranjera, principalmente estadounidense que hacía propaganda contraria al gobierno y estilo de vida alemán, por lo que el organismo se dedicó a pulir la buena imagen teutona y convencer a su pueblo que estaban en el camino correcto, a pesar de haber perdido la guerra y encaminarse a otro oscuro episodio en la historia germana con el gestante nacionalsocialismo.

El estudiante de Praga de Paul Wegner y Stellan Rye

Para lograr este manjar visual, se requirió de ingredientes precisos en el momento justo:  primero la base, sentimientos oscuros como incertidumbre, desesperanza, miedo y angustia; después, el cuerpo de nuestra mezcla lo darán formas geométricas propias de la pintura expresionista, grandes, deformadas, así como la arquitectura de la época, progresista y pragmática; y aderezamos con elementos teatrales como maquillaje y actuaciones exageradas, casi antinaturales para realzar las sombras (elemento indispensable de esta corriente);  finalmente, un toque de tradición poética y literaria muy vasta con folklore y simbolismo profundo, muy cargado en sentido político y social.

Los primeros antecedentes los ubicamos en la década anterior con producciones como El estudiante de Praga (1913) de Stellan Rye y Paul Wegener y El Golem (1914) de Paul Wegener y Herink Galeen; pero nuestra receta encuentra su sitio en 1920 con una historia de terror que influiría a todo el género después de ella: El Gabinete del Dr. Caligari de Robert Wiene.

El Gabinete del Dr. Caligari de Robert Wiene

Dicha producción, predominante en formas geométricas, sombras, nulos movimientos de cámara y una historia onírica con un mensaje político no fácil de entender en una primera lectura, sentó las bases de las películas que siguieron en tierras germanas; la historia nos presenta al Dr. Caligari y su sonámbulo/esclavo Cesare, quienes presentan un show aparentemente inofensivo, en una feria local, posteriormente un joven dudará de la virtud del doctor al ocurrir un crimen y encontrar pruebas que inculpan al peculiar galeno.

Otro clásico de culto se produce en 1922 con Nosferatu de F.W. Murnau, obra adaptada de la novela Dracula de Bram Stoker. El uso de sombras en esta película logra niveles muy superiores a sus antecesoras, logrando una narrativa y haciendo de las penumbras un personaje independiente.

Nosferatu de F.W. Murnau

 

 

Continuando con adaptaciones de obras literarias nos encontramos con Fausto (1926) adaptada del trabajo del poeta Goethe, fuertemente arraigada en el imaginario colectivo alemán, en este filme, dirigido por F.W. Murnau,  los claroscuros logran transmitir la sensación de peligro al acecho de un demonio y las calamidades que el egoísmo traen sobre las personas, con efectos especiales muy bien logrados y un ritmo adecuado, Fausto logra conmover al espectador y hacerlo reflexionar sobre el bien y el mal.

Fausto de F.W. Murnau

Finalmente otra película con un legado que alcanza nuestros días, llega a los ojos germanos en 1927, Metrópolis de Fritz Lang, es una historia de ciencia ficción, antecedente del cyberpunk y las distopías apocalípticas que se darían en las siguientes décadas, Lang nos coloca en una sociedad industrial donde la humanidad y las maquinas conviven. Con un fuerte carga política y social, Metrópolis se nos presenta con escenarios fatalistas y lúgubres, jerarquizando a la gente y haciéndole ver su pequeñez por medio de edificios colosales y trabajos forzados aislados de las clases más acaudaladas. Con personajes arquetípicos, el director nos propone que el amor puede salvarnos de perder la voluntad y humanidad que nos caracteriza.

Metrópolis de Fritz Lang

La estética del expresionismo alemán hace eco hasta nuestros días con directores como Tim Burton y algunos trabajos de Kerry Conran y Ridley Scott.

 

*Filósofo, analista cinematográfico, colaborador en CinEspacio24 Noticias

 

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