«Bad Education», corrupción y la enfermiza búsqueda de la perfección – CinEspacio24

«Bad Education», corrupción y la enfermiza búsqueda de la perfección

Comparte el cine

Bad Education, película distribuida por HBO,  basada en un hecho real,  es la historia de un superintendente escolar de una zona con un alto nivel educativo, quien robó 11 millones de dólares del presupuesto  público. Protagonizada por Hugh Jackman y Allison Janney

Por Arturo Brum Zarco*

@arturobrum

Tenemos la mala costumbre de crear ídolos, seres humanos que ponemos en un pedestal, personas que convertimos en entes «divinos», a quien imaginamos y creemos incorruptibles, aceptamos sus acciones y propuestas como las mejores, no los confrontamos ni criticamos, los hacemos perfectos; y la perfección puede ser una peligrosa utopía.


El escritor y ensayista británico, George Orwell, se refiere a las utopías como: “todo aquel que intenta imaginar la perfección no hace más que delatar su propio vacío”.

Esa búsqueda de la perfección y la vacuidad que eso produce se refleja en la cinta Bad Education, producción de HBO basada en un hecho real, que narra una malversación de fondos en un escuela secundaria pública en Estados Unidos, acto que cometió el superintendente escolar del lugar.

Bad Education, dirigida por Cory Finley y protagonizada por Hugh Jackman, Allison Janney , Ray Romano y ambientada en el año 2000, aborda el tema de la corrupción, de las falsas apariencias, la doble moral, todo esto bajo la figura de un personaje seductor y mentiroso que engañó a toda una comunidad.

Frank Tassone (Hugh Jackman) es el superintendente  escolar de Long Island, de la secundaria Roslyn. Las escuelas a su cargo se han posicionado dentro de las mejores instituciones del país, con altos porcentajes de jóvenes que se gradúan y con muchos de ellos aceptados en las universidades más prestigiosas de Estados Unidos.

Esto ha hecho que la zona sea un lugar cotizado, donde la gente quiere vivir, ya que sus casas tienen un alto valor económico; gracias a su éxito en su sistema educativo.

Pero cuando descubren, por una casualidad, que la asistente ejecutiva de Frank, Pam Gluckin (Allison Janney), ha robado del presupuesto escolar 250 mil dólares, empiezan las sospechas alrededor del estimado superintendente. 

Dudas que la población no quiere creer, ya que Frank es un tipo sociable,  galante, bien vestido, educado y culto, un servidor público «perfecto», y todo lo que dice es ley.

Sin embargo, una alumna de Roslyn empieza a investigar las facturas de la escuela y descubre un desfalco de casi 11 millones de dólares, donde Frank, Pam y varios de sus socios compraron casas, coches, joyas, viajes e incluso cirugías estéticas.

El director de la cinta muestra esta ambivalencia de los protagonistas con un guion que raya en el humor negro, una ambientación en tonos azules que le da un toque de frialdad, una adecuada música que acompaña las mentiras de Frank.

Así empieza la película con esa seducción y fascinación a la figura de Frank: en una junta con los padres de familia todos aplauden efusivamente a Frank mientras se escucha a la cantidad de alumnos que fueron aceptados en Yale, Harvard, Stanford, etcétera.

El guion hace un gran trabajo en la creación de los personajes, muestra  la obsesión de Frank por su físico como una alegoría de su búsqueda por la perfección.

Un guion que estuvo a cargo de Mike Makowsky, quien estudiaba en Roslyn  cuando este escándalo salió a la luz, quien representa su visión en la película desde la perspectiva de la estudiante que descubre el acto de corrupción. Asimismo, es una adaptación de un reportaje de Robert Kolker que se publicó en el New York Magazine.

Bad Education muestra esa enfermiza necesidad tanto individual como colectiva de ser perfectos, y los seres que creamos como ídolos incorruptibles. ¿Les suena esta fascinación casi divina por un servidor publico?

Te invitamos a nuestro Curso Online de Apreciación Cinematográfica

*Periodista y realizador. Director y Editor en CinEspacio24 Noticias. Colaborador en Cio Noticias.

Sé el primero en comentar en ««Bad Education», corrupción y la enfermiza búsqueda de la perfección»

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*