Agnès Varda, y el hermoso cine que nos dejó – CinEspacio24

Agnès Varda, y el hermoso cine que nos dejó

Comparte el cine

Hay cineastas que dejan huella, que serán inolvidables, ya que hicieron escuela, mostraron que el cine es un arte en constante cambio, fueron propositivos, “patearon” costumbres y crearon otras; para ejemplo, Agnès Varda, una directora que nos dejó una hermosa filmografía , gracias a su fino y sincero cine.

Por Redacción CinEspacio24 Noticias

Agnès falleció el  viernes 29 de marzo de 2019, a los 90 años de edad. Y desde que inició con la fotografía cuando era joven hasta sus últimos días no dejó de hablar, pensar y hacer cine.

Para comprender al cine hay que ver a Varda: disfrutar de sus películas, de su ideología feminista, de su compresión sobre qué es el amor, su interés por asuntos sociales y ecológicos, sus ficciones y documentales.

Figura indispensable para entender el Nouvelle Vague, y por lo tanto comprender la historia del cine.

Nació en Ixelles, Bruselas, en 1928. Sufrió las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial, ya que su familia se tuvo que refugiar en Francia; lugar donde Varda inició su “aventura” por el arte, en específico la fotografía, ya que uno de sus primeros trabajos fue como fotógrafa del Teatro Nacional Popular.

De ahí nació su carácter social que se reflejaría en sus películas, documentales y video-instalaciones. Es considerada pionera del cine feminista, pero Varda era mucho más: se caracterizaba por reflejar historias siempre de lado de los marginados, buscaba una estética armoniosa, y no tenía miedo en experimentar con nuevas narrativas.

Algunas de las obras maestras que nos dejó son Cleo de 5 a 7 (1962), un largometraje que habla sobre la falta de humanidad; una cinta innovadora porque fue «en tiempo real», es decir, literalmente la película trata de la vida de Cleo en dos horas; La felicidad (1965), una historia sobre la complejidad del amor; La cien y una noches (1995), una forma novedosa de realizar un homenaje a los cien años del cine;  su reciente y aplaudido documental Rostros y lugares (2017), una radiografía de la Francia urbana, que hizo junto al artista Jean Rene.

Y quizá su filme más conocido, el documental Los cosechadores y yo (2000), donde Agnès se encuentra con espigadores «modernos», pepenadores, recolectores de basura; una metáfora al desperdicio y despilfarro de la sociedad.  

Su filmografía es amplia y vale la pena dar un minucioso paseo por todas sus cintas.

En febrero de 2019 en el Festival de Berlín presentó su último trabajo Varda por Agnés, un documental donde habla sobre sus obras. En dicho festival recibió un premio honorífico; asimismo, en 2015 le dieron la Palma de Honor del Festival de Cannes, y en 2017 un Oscar por toda su trayectoria.

Se fue una de las grandes del cine, una maestra del séptimo arte; y con ella sólo queda decir que para celebrarla disfrutemos su amor por el cine y la vida viendo sus películas.

 

 

Sé el primero en comentar en «Agnès Varda, y el hermoso cine que nos dejó»

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*