«Border», reflexionar por medio de la fantasía y lo grotesco – CinEspacio24

«Border», reflexionar por medio de la fantasía y lo grotesco

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Tina es una mujer con cuerpo y cara de troll que trabaja como agente aduanal y puede oler los sentimientos de los humanos; de eso trata la cinta Border una película sueca dirigida por Ali Abbasi, que de trasfondo aborda la xenofobia y el medio y rechazo a lo diferente.

Por Arturo Brum Zarco*

@arturobrum

Las imágenes audivisuales que proponen una reflexión más profunda casi siempre vienen de aquellas fórmulas que estéticamente salen de los parámetros de lo que se considera “bello”, para así llevar al espectador a una realidad donde lo grotesco dice mucho más.

En ese cine grotesco entra la figura del monstruo como algo natural y hermoso para comprender de manera más efectiva las imperfecciones humanas; ya que partimos que este tipo de personajes van a ser los diferentes, los rechazados, los marginados, de los que se ríen y desde ese repudio es cómo entendemos las peores cualidades de la sociedad. Es por eso, que  la figura del monstruo grotesco como un ser incomprendido es una metáfora pertinente en el cine para analizar a la humanidad.

A ese cine, que es transgresor,  nos lleva la cinta Border, una obra que entra en el género de lo fantástico y de la monstruosidad, para abordar temas que reflejan las actitudes más deleznables de las personas.

Border es una producción sueca dirigida por el realizador iraní-danés Ali Abbasi, la cual ganó a Mejor Película en la sección Un Certain Regad del Festival de Cannes en 2018, y fue nominado a un Oscar a Mejor Maquillaje.

El director nos cuenta, basado en un relato corto del escritor sueco John Ajvide (alguien que poco a poco se ha convertido en un artista de culto), la historia de Tina (Eva Malander), una mujer con cara y figura de un troll, que trabaja como agente de aduanas y tiene la capacidad de oler el miedo, la vergüenza, la avaricia, la ira y todo tipo de emociones humanas.

Ese don que tiene Tina le ayuda a identificar a personas que transportan algo ilegal o que comenten actos atroces, como la pedofilia. No obstante, vive atrapada en el rechazo social y alejada de casi todo contacto humano, menos de un tipo a quien deja vivir en su casa.

Cuando a su trabajo llega Vore (Eero Milonof) alguien parecido a ella, su identificación con ese ser es inmediata, y comienza una historia de fantasía y de amor con giros sexuales inesperados, y con un subtrama que aborda la identidad transgénero.

Estos dos personajes comienzan un romance que se acentúa en los bosques escandinavos, como una historia de amor de cuento de hadas, pero que no protagonizan los estereotipos que el cine nos tiene acostumbrados, sino dos hermosas “bestias” que gruñen al hacer el amor entre románticas cascadas.

El director utiliza la figura del monstruo y una narrativa fantástica para criticar la xenofobia, el racismo y la discriminación. Asimismo, nos muestra la crueldad, el asesinato, el rencor. Rencor y odio que vemos en el personaje de Vore, quien se sabe y se reconoce como una especie diferente a los humanos, y quien trata de convencer a Tina de que ellos son los enemigos a vencer.

En ese sentido, el filme nos lleva a una discusión sobre la identidad y la pertenencia, al preguntar ¿cuáles son las caraterísticas que no hacen ser humanos?, y ese es quizá el punto más profundo del filme: llevarnos a una reflexión sobre nuestra identidad y comportamiento hacia lo “diferente”. 

Por medio de lo grotesco y la figura del monstruo, Border no muestra el lado más oscuro de la humanidad.


*Periodista y realizador. Director de Comunicación en CinEspacio24. Colaborador en Cio Noticias y Oculus Todo el Cine.

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